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Trigueros

La situación de los productores de trigo del Valle de Mexicali que aún no consiguen el precio solicitado no ha tenido una solución, aun con los esfuerzos y promesas que han recibido.

La situación de los productores de trigo del Valle de Mexicali que aún no consiguen el precio solicitado no ha tenido una solución, aun con los esfuerzos y promesas que han recibido.

Por parte del gobierno federal no se ve claro el apoyo que supuestamente les darían a los productores, tal como lo prometió en su momento el entonces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, quien ofrecía los precios de garantía. Solo que no es lo mismo ver los toros desde las barreras y ahora ya en el poder, con todas las broncas encima, no les han echado la mano a los productores del Valle de Mexicali.

Mientras eso sucede los políticos les dan una palmadita en la espalda a los trigueros, ya sea con exhortos o puntos de acuerdo por parte de los legisladores o incluso visitas para darles apoyo, como la realizada el viernes pasado por la senadora Alejandra León Gastélum, conocida popularmente como “ladychampagne”. Pero los trigueros ya están llenos de promesas y muestras de apoyo moral, porque lo que necesitan son hechos, puesto que ya están desesperados de esta situación.

SALUD MENTAL Una discusión registrada en una audiencia del sistema penal oral en Mexicali ha causado todo tipo de comentarios en el Poder Judicial del Estado, algunos a favor y otros en contra, por lo delicado del asunto.

Y es que tras el incidente, el abogado Elías Flores Gallegos abordó el tema en una conversación en Facebook, donde habló sobre la salud mental de los Jueces. Todo empezó porque en una audiencia, una Juez se molestó por algunas expresiones realizadas por Flores Gallegos e intentó aplicarle un regaño.

Ante esta situación el abogado decidió retirarse de la sala de audiencias. Posteriormente al hablar en Facebook abordó el tema de la salud mental de los juzgadores, donde reveló que la Juez con la que tuvo la discusión está sometida a tratamiento precisamente por ese tipo de problemas.

Ahondó en que sería bueno que no nada más se evalúe a los jueces por sus decisiones, sino también por su estado mental, ya que están sometidos a grandes presiones que podrían afectar su trabajo.

Así que tras estos comentarios del abogado, en las indiscretas paredes del Poder Judicial se escucha que unos cuestionan las declaraciones del abogado cachanilla, pero en otros casos el personal le dio la razón, porque dicen que hay magistrados y magistradas que “explotan” con facilidad contra sus trabajadores.

LA CORTE

Ya ha quedado claro que durante todo el año, hasta las elecciones del próximo año, el partido en el poder y el Presidente López Obrador, intensificarán la campaña para golpear y desprestigiar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y a casi todos sus ministros, principalmente a la presidenta Norma Lucía Piña Hernández.

La campaña contra el máximo tribunal del país, orquestada desde Palacio Nacional, se mantendrá para convencer al “pueblo bueno y sabio” que los ministros y jueces del Poder Judicial deben ser electos por el voto popular, como se hace con los legisladores.

Abogados consultados señalan que para ser ministro de la SCJN se debe ser ciudadano mexicano por nacimiento, en pleno ejercicio de sus derechos políticos y civiles, tener cuando menos 35 años poseer el día de la designación, con antigüedad mínima de diez años, título profesional de licenciado en derecho, gozar de buena reputación y no haber sido condenado por delito que amerite pena corporal de más de un año de prisión haber residido en el país durante los dos años anteriores al día de la designación.

Además, deben ser personas que hayan servido con eficiencia, capacidad y probidad en la impartición de justicia o que se hayan distinguido por su honorabilidad, competencia y antecedentes profesionales en el ejercicio de la actividad jurídica.

En el caso de los diputados, pues no, solo se requiere entre otras cosas ser ciudadano mexicano por nacimiento, tener 21 años cumplidos al día de la elección (aunque los diputados aprobaron bajar a 18 años) y ser originario de la entidad federativa.

No importa la preparación académica, sino simplemente la popularidad y punto. Así que pues no, no son iguales.

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