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¿Transporte Público Subsidiado?

“Una Ciudad avanzada no es en la que los pobres pueden moverse en carro, sino una en la que incluso los ricos utilizan el transporte público”. Enrique Peñalosa Ex Alcalde de Bogotá

“Una Ciudad avanzada no es en la que los pobres pueden moverse en carro, sino una en la que incluso los ricos utilizan el transporte público”. Enrique Peñalosa Ex Alcalde de Bogotá

Pareciera un contrasentido que los mismos empresarios hablemos de subsidiar el transporte en la Ciudad, sin embargo, una razón de peso estriba en la necesidad de que su funcionamiento se lleve a cabo como en cualquier ciudad desarrollada del mundo, en donde los usuarios saben exactamente a qué horas pasará el camión y por lo tanto, pueden programar correctamente su llegada a los centros de trabajo o a las escuelas a dejar a sus hijos.

Lamentablemente, esto no sucede cuando el operador del transporte es quien asume en su totalidad, el riesgo de tener o no “pasaje” y frente a ello hay un sinnúmero de causas por las cuales los usuarios deciden no abordar ese transporte, desde el hecho de que se trata de un día feriado, suspensión de clases o simplemente por lluvia o cualquier otra circunstancia. En estos casos, el operador en Tijuana se queda esperando a que sus unidades se llenen con otros usuarios y esto desajusta los horarios y la periodicidad de cada transporte público.

Para lograr la confianza de los usuarios y la permanencia en dicho transporte, éste debe tener una frecuencia precisa, es decir, cada 10 minutos o 15 según sea la ruta, con objeto de que los usuarios puedan programar sus actividades. Y esta frecuencia deberá ser ajena al hecho de que pasen vacíos los transportes, por ello la necesidad de que el gobierno garantice un determinado ingreso al transportista que le permita circular sin esperar a que el camión se llene.

En tal virtud, proponemos que nuestras autoridades subsidien por lo menos los gastos de operación mínimos que permitan asegurar que el transporte público estará pasando en horarios fijos independientemente de si existe o no demanda de usuarios. Solo así podremos salvar a programas como el SITT que le han costado mucho a la Ciudad y que sin este tipo de apoyos estarán condenados a la quiebra.

Esta propuesta del subsidio al transporte no es algo descabellado, pues en algunos países, como Australia, España y Estonia, cuentan con un sistema totalmente gratuito para apoyar la economía de sus ciudadanos, lo cual es muy valorado, pues dicho apoyo va directamente a los bolsillos de las clases más desprotegidas.

Luxemburgo en el 2020, se convirtió en el primer país del mundo en lograr la gratuidad completa. Países como Malta y Alemania, evalúan la medida.

En los Estados Unidos ya se aplica. Kansas City, fue la primera ciudad en implementarla; también lo ofrecen Baltimore, Boston, Miami, Tucson, Vail y una veintena más de ciudades. En el caso de San Diego, actualmente hay un programa piloto que arrancó desde mayo del 2022 que exenta de pago a todos los mejores de 18 años.

Estas medidas han arrojado excelentes resultados, observando en las primeras semanas de su aplicación, un incremento considerable de usuarios, que al pasar de las semanas se va moderando hasta llegar a cifras manejables, logrando un uso racional de los automóviles y sobre todo una menor contaminación.

Si queremos que nuestro transporte se desarrolle, subsidiemos su operación y preparémonos para llegar al transporte público de tarifa cero.

*El autor es Presidente de CMIC Tijuana/diplomado en Northwestern University y de UC Berkley en Ingeniería de Tránsito.

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