Temor en los notificadores de Profeco
De acuerdo al Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española el vocablo notificar significa dar noticia o hacer saber algo.
De acuerdo al Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española el vocablo notificar significa dar noticia o hacer saber algo, de lo anterior se desprende que la notificación es el medio a través del cual se hace del conocimiento de las partes los actos, etapas y sucesos que se van generando a lo largo de un procedimiento. Aplicando de manera supletoria el Código Federal de Procedimientos Civiles, la Profeco realiza una notificación personal.
El notificador siguiendo lo establecido en su guía de notificaciones deberá: 1. Expedir la cédula de notificación, en la cual constará el acto o acuerdo que se notifica y acompañarla de copia del acuerdo o acto que se notifique. 2. Constituirse en el domicilio señalado en el documento a notificar; 4. Identificarse con credencial de la Procuraduría Federal del Consumidor ante la persona con quien entiende la diligencia; 5. Asentar en la cédula de notificación el nombre de quien la recibe, el carácter con el que atiende la diligencia (interesado, representante o apoderado legal) y su firma; 6. Solicitar a la persona que atienda la diligencia que acredite la personalidad con la que se ostenta, así como la relación que lo vincula con la persona a quien se deba notificar, asentando en la cédula de notificación su respuesta; 7. Señalar fecha y hora en que la notificación se efectúa; 8. Entregar copia con firma autógrafa del acto que se notifique; entre muchas otras.
La Profeco viene de un mal momento, en especial por tanto cambio de titular: hubo seis en el sexenio pasado, cinco nombrados y una persona con dos interinatos, eso generó mucha inestabilidad e incertidumbre y aunque la actividad laboral en el papel se lee bien y hasta parece fácil, en varios estados las cosas están fuera de control y mucho peligro para los notificadores, los episodios más violentos se han concentrado en Tamaulipas, Michoacán y Sinaloa.
Ricardo Sheffield, titular de la Procuraduría Federal del Consumidor, refirió recientemente que en diversas estaciones de servicio, los enviados de la dependencia han sido recibidos a punta de pistola, entre agresiones y amenazas; en varios casos, los han levantado, se los llevan para pasearlos y decirles: en este municipio o en este estado, no se verifican las gasolineras.
Refiere que para atacar ese problema busco personas que hubieran estado en contacto con el tema de seguridad, o de fiscalización, que no se asustaran si alguien les ponía un arma de fuego, porque ha sido evidente, con el tema del huachicol, que el de los combustibles es un negocio vinculado con la delincuencia organizada. Si no tienes personas con un perfil policial, no te duran.
Y para mitigar el problema se trajo a los excomandantes de cuando fue presidente municipal en León, son gente de su confianza con antecedentes netamente policiales, que han pasado las pruebas de control de confianza y las tenían vigentes, porque en PROFECO esos exámenes no están instituidos.
Los ex policías se encuentran ante una oportunidad de empleo, ser notificadores de la Profeco.
* El autor es presidente de la Comisión de Difusión del Instituto de Investigación Jurídica de la Universidad de la Californias Internacional.
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