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¿Se bloqueó la alianza opositora?

Para poder competir contra Morena en la próxima elección de 2021 en Baja California, los partidos PAN-PRI-PRD-PBC-PES decidieron promover una alianza electoral para disputar la gubernatura principalmente, sin descartar otros cargos seguramente.

Para poder competir contra Morena en la próxima elección de 2021 en Baja California, los partidos PAN-PRI-PRD-PBC-PES decidieron promover una alianza electoral para disputar la gubernatura principalmente, sin descartar otros cargos seguramente.

Sin embargo, durante los últimos días el proyecto de la alianza parece tambalearse, o entró en un terreno demasiado fangoso. A estas alturas el PBC ya abandonó el proyecto para irse solo a la contienda electoral, mientras algunos grupos priistas hacen llamados para participar fuera de la alianza. Como corolario, los encargados de registrar la alianza ante el INE llegaron, literalmente, en el último minuto.

¿Qué es realmente lo que está pasando al interior de los partidos que amenaza la posibilidad de la alianza? Sólo los actores que están tomando las decisiones lo saben, pero desde “afuera del ruedo” se aprecian algunas cosas.

Todo marchaba bien en las negociaciones para construir la alianza entre los partidos mencionados hasta que aparecieron tres cosas (ignoro en qué orden): 1) la confirmación de la alianza nacional entre PAN-PRI-PRD (“Va por México); 2) la decisión del Tribunal que terminó por avalar la recomendación del INE para postular 8 mujeres en las 15 gubernaturas en juego y; 3) la famosa encuesta local que los partidos de la alianza mandaron a hacer y en la que, sorprendentemente, Jorge Hank es el personaje mejor posicionado.

En esta encuesta realizada por Parametría, con una muestra de 800 entrevistas en vivienda, un margen de error de 3.5, levantada del 17 al 21 de diciembre, Jorge Hank es el personaje con mejor opinión por parte de los entrevistados, incluso levemente superior que Marina del Pilar, candidata de Morena.

Ante la pregunta de quién le gustaría que fuera el candidato de la alianza a la gubernatura del estado, el 45.3% (excluyendo a los simpatizantes de Morena) se inclina por Hank, 24.8% por Jaime Martínez Veloz, 5.5% por Héctor Osuna, 11.4% por Gerardo Sánchez, 1.4% por Gina Cruz y 25.5% no sabe. Ante la posibilidad de las alianzas, la intención de voto sería así: 47.9% por Morena y 37.9% por la alianza opositora.

Los porcentajes de votación que tendrían los partidos al momento de la encuesta para la elección de gobernador serían: Morena 40.6%, PRI 19.0%, PAN 12.4%, PRD 1.9%, PBC 1.6, MC 2.3%, Verde 1.9%, PT 1.4%, candidatos independientes 0.8%.

Ante un escenario electoral en el que Marina del Pilar sería (es ya) la candidata de Morena y sus partidos aliados, tendría el 41.9% de la intención del voto, el PRI con Hank tendría 28.9%, el PRD con Martínez Veloz 6.3%, el PAN con Gerardo Sánchez 5.5%, el PBC con Héctor Osuna 1.5%, el PES con Adolfo Solís 1.5 y el MC con Mungaray tendría 1.4%.

Los datos de esta encuesta arrojan claramente que si el candidato de la alianza opositora no es Jorge Hank, no va a ser fácil competir contra Morena. Y, por si los partidos todavía no lo saben, “competir” es la clave de esta elección. El problema es que para el PAN (nacional y local) es difícil aceptar la candidatura de Hank, al que han visto siempre como su principal enemigo.

El PAN es un partido profundamente dividido y confundido ante el momento actual, con heridas y diferencias sin resolver y, como lo sostienen algunas fuentes fidedignas, con una injerencia inexplicable del ex gobernador Francisco “Kiko” Vega en este proceso de selección de candidatos, uno de los principales actores que contribuyeron a su crisis actual.

Su disyuntiva es una de las más complejas, por lo tanto. Si rechaza la candidatura de Hank, sabiendo que es el candidato con mejores posibilidades de ganarle a Morena, o de competir por lo menos, le dejará con ello el camino libre a Morena en su triunfo en la gubernatura estatal, facilitando el triunfo de Marina del Pilar que, después de todo, también viene del panismo.

Algunos grupos priistas reclaman su ventaja e intentan detener la “negociación” de sus dirigentes, pero el PRI solo no tiene posibilidades de ganar. El PRI tendría que ir en alianza con otros partidos como el PRD, el PBC y otros, llevando a Hank como candidato para poder competir.

La encuesta es una referencia ineludible para las decisiones que se deben tomar en lo sucesivo. Para empezar, refleja que el PAN no es un partido que esté en condiciones de imponer nada en la negociación local, simplemente hay que ver sus bajos porcentajes de intención de voto. Segundo, si no es en alianza, los partidos no tienen nada qué hacer en la próxima elección. Un poco de mayor seriedad, por favor. ¡Feliz año nuevo a todos!

*- El autor es analista político.

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