Qué se vayan en el 2024
El día de ayer atestiguamos el inicio del asalto final hacia una de las instituciones fundacionales de estado mexicano, el Instituto Nacional Electoral.
SOMOS LO QUE HACEMOS
El día de ayer atestiguamos el inicio del asalto final hacia una de las instituciones fundacionales de estado mexicano, el Instituto Nacional Electoral; el pretexto no ha sido otro que el mal llamado “Revocación de Mandato”.
La manipulación del estado de derecho, la directa intervención del presidente, de los secretarios de estado, de los gobernadores, nuestro estado no ha sido la excepción, de los alcaldes, de los congresos estatales dominados por MORENA han sido evidentes y han violado el principio fundamental de nuestra democracia; el presidente está obsesionado con continuar con el control político del país, desafortunadamente MORENA está integrado por una mayoría de políticos tan mezquinos y chiquitos, recordemos como hace sólo unos meses se le entregaban de cuerpo completo a Bonilla en nuestro estado, carentes de la estatura moral y del suficiente amor a nuestra gente como para hacerle un frente al presidente y con ello impedir que nuestro país vuelva a ser el que fue en los años setenta, uno en el que la sociedad civil prácticamente era inexistente, la impartición de justicia obedecía al grupo en el poder, tal y como sucede ahora con Gertz Manero y la resolución de la SCJN respecto a la constitucionalidad de la Ley de la Industria Eléctrica.
Lo que nos toca ahora es defender al INE y a sus consejeros, ellos hicieron posible el triunfo de MORENA, no por gracia alguna, sino porque su diseño institucional le quitó a los partidos políticos la organización de las elecciones; gravísimo que López Obrador nos salga con la pendejada de querer reformar la ley para que ahora los Consejeros Electorales sean elegidos por voto directo, a ver sólo conteste usted, ¿Quién, sino los partidos políticos tienen los presupuestos para hacer campaña para una elección a nivel nacional?, el día que ellos vuelvan a manejar las elecciones los ciudadanos habremos perdido la más grande prerrogativa que tenemos: la de poder elegir libre y democráticamente a nuestras autoridades, no importa que al hacerlo nos hayamos equivocado de la forma en la que lo hicimos durante la pasada elección presidencial, mire si no:
La pobreza ha aumentado debido al uso de programas asistenciales elaborados con criterios políticos, el desabasto de medicamentos y el desmantelamiento del Seguro Popular son responsables de miles de muertes que debieron haberse evitado, el cúmulo de muertos, superior ya en los primeros tres años al trágico sexenio que nos precedió, el despilfarro de Dos Bocas, el haber desechado Texcoco, con 120 posiciones de arribo, por “uno de los mejores aeropuertos del mundo” con tan sólo 14, más chico que el de Tijuana, a un costo de más de 400 mil millones de pesos, los escándalos de corrupción, la realidad es que son iguales, pero más cínicos, y Bonilla, y Bartlett, y Macedonio y Nahle, y Pío, y José Ramón, y los que quiera usted sumarle en nuestro estado o en cualquier otro, y el debilitamiento institucional de órganos autónomos, y el uso de las instituciones del estado para amenazar y perseguir a periodistas y ciudadanos que nos hemos opuesto abiertamente a este desgobierno.
Que este gobierno se vaya cuando tenga que ir, que los mexicanos paguemos el precio por haberlos elegido y con ello corrijamos cuando sea el momento, esto es en el 2024, pero para hacerlo ocupamos a un INE independiente y ciudadano, no perdamos el rumbo.
*- El autor es empresario, ex dirigente de la Coparmex Mexicali.
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