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¿Qué arrojan las campañas políticas?

Realizadas en condiciones atípicas por la pandemia del coronavirus, las campañas electorales que están llegando al final han arrojado varias cosas, unas más sabidas que otras, pero todas ellas importantes para tomar una decisión sobre nuestro voto.

Realizadas en condiciones atípicas por la pandemia del coronavirus, las campañas electorales que están llegando al final han arrojado varias cosas, unas más sabidas que otras, pero todas ellas importantes para tomar una decisión sobre nuestro voto.

Sin ser exhaustivo, apunto algunas de ellas. La primera, es que hay demasiados partidos políticos y muy pocas opciones reales o verdaderas. Quizás es un defecto de nuestro sistema electoral pero también de una democracia que no ha madurado. Para muchos partidos lo electoral es un negocio. Un día nacen para ver qué pescan, o para adherirse a otros y engancharse a los ganadores, como ahora lo hace Fuerza por México en BC.

La segunda es que algo que puede observarse en esta campaña es que la desconfianza hacia los partidos se mantiene profundamente arraigada entre los ciudadanos. Las campañas no logran acortar la brecha que hay entre partidos y la población en general. Partidos y ciudadanos son como dos mundos aparte.

Tercera, en este contexto, brotan los candidatos independientes o “ciudadanos” pero, en la medida que hay una sociedad atomizada y ajena a la política, estos candidatos no logran constituirse en una alternativa de gobierno, salvo en contados casos. El fenómeno está muy claro pero todavía hay resistencia a entenderlo.

Cuarta, un rasgo notable de esta elección y de estas campañas es que, como nunca, hay una enorme polarización política, creada y provocada en gran parte desde el gobierno de Morena para dividir y segregar a los opositores, así como para cohesionar a los seguidores y simpatizantes de ese partido. La polarización atiza los ánimos, crea miedo y hace que sea el odio y el resentimiento los factores que movilizan a los votantes.

Quinta, hay en esta elección un resurgimiento del voto cruzado, el voto útil y el voto de castigo que ya hemos visto en otros procesos electorales, como una expresión de algunos votantes que sin ser partidarios de un candidato buscan opciones para evitar que el partido en el gobierno se lleve “carro completo”. En ciudades como Tijuana estamos viendo esto con mayor intensidad.

No sabemos la dimensión de este voto que está cobrando fuerza en esta campaña, pero su papel puede ser decisivo si la competencia tiende a cerrarse entre dos candidatos, como parece ser el caso.

Sexta, un factor nuevo que estamos observando es la presencia de las mujeres que participan como candidatas en todos los partidos políticos. Esto le está cambiando el rostro a la política evidentemente, aunque, hay que decirlo con claridad, no necesariamente la dirección y orientación de la misma como una actividad ligada a la consecución y el ejercicio del poder. ¿Será que el poder no es una cuestión de género?

Séptima, un factor nuevo que estamos observando en esta campaña es que la elección local (gubernatura, alcaldías, diputados) se “comió” a la federal (diputados federales), que ha sido sumamente pobre y sin relevancia. El interés se ha centrado en los puestos locales, tal y como debe ser.

Octava, esta elección y por lo tanto las mismas campañas políticas, están “conectadas” todavía a la de 2018 y 2019, en las que Morena arrasó en todos los cargos en juego. Sin embargo, esta vez no será necesariamente igual, pues si bien Morena conserva esta fuerza inercial ya hay signos de que empieza a debilitarse, tanto a nivel local como nacional.

Novena, el triunfo de Morena en la elección de hace dos años se basó en la influencia de López Obrador, pero esta vez ya no será igual, por varios factores, entre ellos la pésima factura de sus gobiernos estatales y municipales y, porque cada vez es más difícil ocultar o camuflar que detrás del grupo que gobierna bajo las siglas de Morena está el viejo PRI y algunos del PAN. Es decir, el “Prian”.

Y décima, la oposición en BC no ha sabido enfrentar esta situación. El PRI y el PAN se han coaligado, junto con el PRD, pero es la vieja clase política dividida que no atina a construir una alternativa electoral. Con una candidata por la alianza y Hank por otro lado, la oposición pulveriza el voto de los opositores a Morena, cometiendo un grave error político.

Hay muchas más cosas que estas campañas han arrojado, como la violencia del crimen organizado que intenta manipular el proceso; la inclusión de los grupos indígenas, etcétera, pero, como se ha visto en este sucinto resumen, todo lo demás sigue igual: las mismas élites políticas, los mismos partidos antidemocráticos, los mismos discursos, las mismas propuestas. Es urgente cambiar.

Un paso es votar, cuidando que nuestro voto sirva para cambiar este estado de cosas.

*El autor es analista político.

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