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Política y proyección

Me pregunto si se hubieran prohibido los vapeadores si no aparece el hijo menor del presidente junto a uno, y fanfarroneando con un puro apagado.

Me pregunto si se hubieran prohibido los vapeadores si no aparece el hijo menor del presidente junto a uno, y fanfarroneando con un puro apagado. Típico adolescente, es al papá al que supongo le dio el soponcio que salieran esas imágenes del Palacio Nacional. Caray, allí vive y es un adolescente, puede cometer tonterías inocentes. Sospecho que AMLO se proyecta mucho en sus políticas de salud mental. Glorifica a la familia y supone desde allí se corregirá la delincuencia y las adicciones, retira apoyos para hospitales psiquiátricos e impone sobre la familia hacerse cargo de enfermos, psicópatas y adictos. Parece que no quiere saber mucho de los conflictos en la mayoría de las familias contemporáneas, idealiza el efecto de una familia amorosa y cordial sobre la salud mental y conductas de cada uno de sus miembros. No se puede decir que los llamados vapeadores con nicotina son peores que el tabaco que sí se vende legalmente, su único problema es que la adicción a la nicotina se mantiene en ambos, pero con la ventaja que con el vapeador se puede graduar la cantidad como para llegar a un día donde el consumo salte a cero. Me sorprende ver al Dr. López-Gatell y al joven equipo de psiquiatras encargados del rumbo de las políticas de salud mental y adicciones, pecar de ingenuos. Entiendo que este presidente no se haya animado a promover la cacareada regulación del consumo de marihuana, como no se echó el trompo a la uña con el tema del aborto libre y gratuito. Hay que reconocer que, aunque el presidente no toque temas como el aborto o la marihuana, se está avanzando, esa lucha se está dando abajo. Al presidente le estorba su ver en blanco y negro, buenos y malos. Hay un pobre análisis sobre la delincuencia como problema conductual, hay delincuentes ricos y pobres tanto de origen y destino, claro que el delincuente de la calle generalmente vendrá de un barrio pobre, pero el que nace malo se queda. Los que en el camino de la adolescencia o la vida adulta adquirieron malas mañas es porque les atraía, o porque lo necesitaban para defenderse en un ambiente violento. No es casual que veamos narco familias, esposas, hermanos o hijos asociados, lo psicópata es muy heredable. El aprendizaje viene a ser el abono para que fructifique una personalidad alterada. La personalidad se consolida en la infancia, si en esta se padece violencia tendrá consecuencias mentales, no necesariamente psicópatas. Hay que ver la realidad de la delincuencia, de las adicciones y de los trastornos mentales para diseñar políticas de salud mental. Hay que reflexionar sobre lo que es considerado normal en este siglo rebasado por la infodemia. *- El autor es siquiatra y ejerce en Tijuana

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