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Normalidad disfrazada

Primero, “la inmunidad del rebaño”, que por cierto, de acuerdo a los expertos no aplica al Covid-19, pero ahora no se sabe cuál es el pretexto para que la alcaldesa de Rosarito... 

Primero, “la inmunidad del rebaño”, que por cierto, de acuerdo a los expertos no aplica al Covid-19, pero ahora no se sabe cuál es el pretexto para que la alcaldesa de Rosarito, Araceli Brown, organice reuniones de vecinos a quienes obliga a usar cubrebocas y ella no lo porta, en pleno semáforo rojo.

Lo cierto es que en Rosarito la “nueva normalidad”, ya no tan nueva ni tan normal, inició desde hace semanas y a estas alturas prácticamente se han reactivado todas las actividades, incluyendo la de bares disfrazados de restaurantes, en donde poco se respeta la capacidad permitida de aforo en cada uno de los lugares.

Quizá por eso las críticas sobre las medidas sanitarias establecidas por su Gobierno le llueven a diario, pues se habla de favoritismos, de permitir actividades no esenciales a los amigos, mientras la ha agarrado duro contra de los “surfos” (surfistas), quienes han sido atacados continuamente por sus policías, con cualquier pretexto.

Por cierto, los guardianes del orden están aprovechando muy bien el poco turismo que llega a Rosarito y se les puede ver casi en caravana deteniendo autos con cualquier pretexto o sin él, sobre todo si el vehículo porta placas americanas y lo hacen muchos de ellos, también sin cubrebocas.

¿Será el ejemplo?

Posponen votación por bodas gay

Luego de que fuera anunciado por diputados de Morena que la modificación para permitir el matrimonio igualitario en Baja California sin la necesidad de un amparo sería votada ayer, al final resultó que siempre no, luego de que prácticamente al abrir sesión y se aprobara el orden del día, la sesión entrara en receso del cual ya no volvió.

Desde un principio las cosas parecían no estar alineadas puesto que la sesión ordinaria comenzó con cerca de una hora y media de retraso, pero prácticamente en cuanto inició, el diputado “independiente”, Miguel Ángel Bujanda Ruiz solicitó un receso de cinco minutos, el cual fue concedido por el diputado presidente, Julio César Vásquez Castillo.

Para colmo, en cuanto se volvió a iniciar la sesión, la diputada, también “independiente”, Trinidad Vaca Chacón, solicitó otro receso de 5 minutos, aunque en ese momento, el presidente de la mesa directiva señaló que se permitiría luego de votar el orden del día; una vez realizado, el congreso volvió a parar y ya no reanudó.

Diputados señalaron que la sesión no volvió a reanudarse debido a que no se contaban con los votos suficientes, para que la reforma fuera aprobada, es decir los 17 votos; aunado a que la reforma para eliminar el consejo de la judicatura tampoco tenía asegurados los 17 votos según comentan algunos legisladores.

Hay que recordar que Morena tiene mayoría en el Congreso con 13 diputados en los curules, pero necesitan forzosamente los votos de sus aliados, Partido del Trabajo y Verde Ecologista para lograr los 17, esto siempre y cuando todos los morenistas estén de acuerdo, de lo contrario necesitan a fuerza de los “independientes”, o diputados de minoría.

Ayer por la tarde, la diputada Miriam Cano trató de calmar “las aguas”, al salir a señalar a integrantes de la comunidad LGTB que los votos estaban asegurados para que pasara la iniciativa, pero que querían que fuera unánime y no solo calificada, aunque señalan diputados que dicho argumento es totalmente falso.

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