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Manlio Fabio en la mira

Formado y hecho a la vieja escuela, alumno destacado de Fernando Gutiérrez Barrios, considerado uno de los policías políticos más tenebrosos entre las alcantarillas de la política nacional, el exgobernador de Sonora, Manlio Fabio Beltrones Rivera, está de nuevo en el entramado nacional.

Formado y hecho a la vieja escuela, alumno destacado de Fernando Gutiérrez Barrios, considerado uno de los policías políticos más tenebrosos entre las alcantarillas de la política nacional, el exgobernador de Sonora, Manlio Fabio Beltrones Rivera, está de nuevo en el entramado nacional.

Bastó que una fugaz aparición en la sesión plenaria del Partido de la Revolución Democrática, a finales de enero pasado y en la que planteó la necesidad de reglamentar los gobiernos de coalición, para que el Gobierno de México a través de la Fiscalía General de la República, le lanzara la primera advertencia.

Y es que, a la FGR, convertida hoy en uno más de los utilitarios tentáculos amenazadores y ejecutores del régimen obradorista, se le ocurrió de pronto revivir el Caso Colosio para investigar denuncias de tortura en contra de Mario Aburto Martínez, asesino confeso de Luis Donaldo Colosio Murrieta, cometido el 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas, en Tijuana, Baja California.

Están por cumplirse 29 años del crimen que conmocionó a México y, sin duda alguna, trastocó la geografía política nacional. Desde entonces se han abierto y cerrado docenas de expedientes que contienen cientos de líneas de investigación. Se nombraron fiscalías especializadas que actuaron, unas, con profesionalismo, y otras con protagonismos y brujerías, pero todas llegaron a la misma conclusión. Aburto actuó solo.

Pero en esos 29 años también se ha investigado las denuncias de supuesta tortura en contra del detenido Aburto Martínez y en ellas ha aparecido el nombre del político sonorense. Se dijo que, en el traslado oficial, bajo un puente, el detenido fue golpeado por escoltas y frente a la presencia del entonces gobernador de Sonora, Nada se le ha comprobado. Todo ha quedado en sospechas multiplicadas, entonces, por dichos y rumores generados en un ambiente político descompuesto, como el que hoy vivimos.

Difícil meter las manos en defensa de un personaje como Beltrones Rivera con quien, como periodista, viví momentos difíciles. Pero puedo asegurar que, en su momento, Periódicos Healy (Hoy Grupo Healy), realizó una investigación periodística que transitó por años, consumió miles de litros de tinta y kilos de papel, horas-hombre dedicados exclusivamente a seguir todos y cada uno de los “tips” que se recibían en la redacción. Se revisaron fotografías, archivos, recorridos, tiempos. Se entrevistaron testigos, policías y funcionarios para cotejar información. No se pudo comprobar que Manlio hubiera torturado a Aburto y tampoco que él hubiera ordenado hacerlo.

Pero seis años después de haberse alejado de las candilejas nacionales, al también expresidente nacional del PRI y Senador de la República, se le ocurrió que era momento de reaparecer. Y lo hizo en pleno derecho de sus facultades políticas, aceptando la invitación del PRD, lo que fue motivo suficiente para que en Palacio Nacional levantaran las cejas, pararan orejas y ordenaran buscar entre los “pendientitos” para advertirle que vale mas que continúe en su retiro voluntario o su nombre sea el próximo cliente en la mañanera presidencial.

En política no hay casualidades. Existen las causalidades y el nombre de Manlio Fabio Beltrones es una causa más que suficiente para que presidencia justifique una investigación que, al menos, mantenga ocupada a la atención pública de los problemas verdaderamente importantes del país como son, repetimos, la inseguridad, la violencia, el secuestro, los feminicidios y la galopante inflación que comienza a lacerar los bolsillos de los mexicanos, entre otros.

Sin embargo, el político priista no es ningún improvisado. Al contrario, es una “cuilta muy miada” en esto de aprovechar las formas y los tiempos. Sigue conservando una amplia red de amigos en todo el país, incluso dentro de Morena, que lo mantienen informado, lo que alimenta día con día su ya amplio archivo de políticos de todas las corrientes ideológicas, empresarios y periodistas, y que habrá de utilizar cuando a él convenga.

Porque si alguien sabe de eso es Manlio Fabio Beltrones Rivera considerado, por muchos y por muchos, el mejor discípulo de Gutiérrez Barrios.

*El autor es periodista con 45 años de experiencia, licenciado en periodismo, asesor en comunicación y marketing político, consultor de medios.

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