Los problemas del bienestar social

Unos de los problemas más importantes a resolver en un país como México, son los del bienestar social, la justicia y la seguridad pública. Y todo, por la forma en que se presentan en este tipo de naciones, y la forma en que los tratan o dejan de tratar sus habitantes y el gobierno.

En México, sobre todo últimamente, y por cuestiones de politiquerías, se ha visto más latente el odio que le tienen los de la clase alta a los de la clase baja; y el resentimiento social que les tienen los de la clase baja a los de la clase alta. La solución es conseguir lideres morales que puedan manejar a unos y a otros, los unan y motiven a trabajar todo juntos por lo de “todos”.

Deben de olvidarse diferencias y trabajar por el desarrollo social. Con políticas y acciones adecuadas, se pretendería el mejoramiento de las condiciones de bienestar de todas las familias que se encuentran en situación vulnerable o de marginación social, mediante una política social con una perspectiva sustentable de desarrollo, que eleve las capacidades sociales y productivas de la población. Eso, oficialmente. Aunque por los mismos enconos, los fanáticos le pongan etiqueta no de desarrollo social, sino de populismo. No es así, se supone que se trata de generar una política de desarrollo social que conlleve a la creación y ejecución de programas sociales que tengan como objetivo disminuir los índices de pobreza y rezago social (¿Sin lastimar tanto a la clase pudiente?). También, generar mecanismos de coordinación que permitan la atención de grupos específicos y sectores marginados, de manera que se logre la integración o reintegración de los grupos excluidos de la comunidad. Además, combatir la inequidad en la distribución de la riqueza, los bienes y los servicios entre la sociedad.

Es decir, se trata de tener un proceso en el que el gobierno y la sociedad participen de manera activa y coordinada en la transformación de las condiciones económicas y sociales que generan los fenómenos de pobreza y la marginación. Ofrecer servicios sociales adecuados a las necesidades de la población en su ámbito familiar y comunitario, que sean suficientes y de calidad. Presentar mecanismos de coordinación que permitan conducir las acciones contenidas en los planes y programas de desarrollo social. Ejercer las acciones derivadas de la suscripción de los convenios, acuerdos y demás disposiciones, en materia de desarrollo social. Llevar a cabo programas sociales en el ámbito rural y urbano, para la atención de grupos específicos. Brindar asesoría a los grupos sociales organizados, para que elaboren sus propuestas y proyectos en materia de desarrollo social (Algo que se ha frenado en este sexenio). Promover el abastecimiento de productos de consumo básico entre la población de escasos recursos. Promover acciones para incrementar la participación social en la ejecución de proyectos y obras instrumentadas por las instituciones públicas. Coordinar la participación de las organizaciones sociales y de la ciudadanía en general en la operación de los programas de desarrollo social.

Como siempre. El problema y la solución somos todos. A darle.

*El autor es asesor administrativo, presidente de Tijuana Opina y Coordinador de Tijuana en Movimiento.