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Los muertos que vos matáis…

La sentencia de la Sala Superior del Tribunal Electoral de la Federación que ratificó el regreso del exgobernador Jame Bonilla Valdez al senado de la República, obligará a la recomposición del mapa político en Baja California.

La sentencia de la Sala Superior del Tribunal Electoral de la Federación que ratificó el regreso del exgobernador Jame Bonilla Valdez al senado de la República, obligará a la recomposición del mapa político en Baja California. La decisión, como era de esperarse, no fue del agrado del grupo en el poder encabezado por la gobernadora Marina del Pilar Ávila y alimentó, en mucho, el hambre de revancha y venganza del equipo bonillista.

Malos tiempos esperan a Baja California si es que ambos personajes deciden medir sus fuerzas. El escenario es complicado, sobre todo para la jefa del Ejecutivo Estatal quien, necesariamente, tendrá la oportunidad y la responsabilidad de sacar al frente todas sus habilidades políticas para visualizar y en consecuencia, neutralizar, las estrategias y marrullerías que ha puesto ya en marcha el equipo bonillista y que reforzará al menos los próximos dos años.

Y decimos los próximos “al menos dos años” porque existe la variable de que el reivindicado Senador busque la reelección, la gane y, en consecuencia, extienda su poderío político seis años más, lo cual no es difícil cuando ha quedado demostrado que trae todo el apoyo del presidente López Obrador. Y Marina se va, porque se va, no más allá del 2027.

El exgobernador viene con todo y ya ha mostrado algo a través de los medios de comunicación de su propiedad. Sus excolaboradores metidos a comentaristas, incluido el diputado local Marco Antonio Blázquez quien el pasado jueves calificó públicamente a la gobernadora y a su esposo Carlos Torres, de “mafiosos”, festejan el triunfo político y no han dejado de acusar e insultar a la jefa del ejecutivo. Los ataques se replican en plataformas al servicio del casi nuevamente senador. No le quitan el guante de la cara.

Sí Ávila Olmeda quiere llevar su administración por buen camino, alejada de yerros, escándalos y ataques, tendrá que ser más inteligente y no caer en las provocaciones de un personaje pendenciero y sus acólitos pandilleros. Tendrá que cuidar sus propias decisiones y las de su equipo, como eso de tratar de reasignar recursos del sector salud para gastos de festejos y giras presidenciales, que finalmente dejó sin efecto pero que afectó, sin duda, su imagen. Por menos que eso, ya debió haber pedido la renuncia a quienes se lo sugirieron.

Y ya que no aplicó aquella de que “el mejor enemigo no es el que está en la lona, sino en la tumba”, dicho metafóricamente, deberá leer y releer a Maquiavelo y el muy recomendable libro de “Las 48 Leyes del Poder” o bien, seguir máximas políticas como aquellas de que “a los amigos cerca, pero a los enemigos más cerca aún”, “los enemigos de mis enemigos son mis amigos”, pero sobre todo no olvidar el principio básico de Sun Tzu de “conoce a tu enemigo y conócete a ti mismo y saldrás triunfador en mil batallas”.

Mucho de lo que venga, comenzará a perfilarse este lunes 15 de agosto cuando veremos si el exgobernador se presenta personalmente o atiende, vía zoom, el citatorio de la fiscalía general de Justicia del Estado. Será, sin duda, una prueba para que Bonilla demuestre su integridad o si, como se ha dicho, utilizará su fuero para evitar comparecer ante la justicia por el tema de Next Energy.

Será también una prueba para la gobernadora de Baja California porque sabremos, ahora sí, qué tan dispuesta está a hacer cumplir la ley como la Constitución se lo demanda, o se pliega a lo que le ordene el presidente López Obrador, amigo personalísimo del exgobernador, quien visitará el estado la próxima semana.

De cualquier forma, podríamos adelantarle que la investigación de la FGJE que representa Ricardo Iván Carpio recibirá, como ya ocurrió con el tema de los exfuncionarios de Kiko Vega, otro revés. No sabemos a ciencia cierta si el golpe fue medido y acordado, pero sin las figuras del exgobernador y de un exsecretario de gobierno, como Amador Rodríguez Lozano, hoy incrustado en un puesto fantasma en la nómina de la corcholata Sheinbaum, la averiguación tronará como cuete mojado.

Y como Senador de la República, con su amistad presidencial, con medios de comunicación a su servicio, pero sobre todo con su personalidad de pandillero de Logan vestido con trajes de ejecutivos de Wall Street, Bonilla podrá presumirle a la gobernadora y su imberbe equipo que “los muertos que vos matáis hoy gozan de cabal salud”.

*El autor es periodista con 45 años de experiencia, licenciado en periodismo, asesor en comunicación y marketing político, consultor de medios

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