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Las verdaderas víctimas del narcotráfico

“Ceder a un vicio cuesta más que mantener una familia.” Honoré de Balzac

No cabe duda que la lucha contra el narcotráfico ha cambiado la geografía de nuestro país; en algunos momentos es Guanajuato el estado más peligroso, pero al ser atacado al grupo delictivo de esa zona, Colima, por ejemplo toma el liderazgo en el crimen, o Chihuahua o Baja California o Morelos, pero el hecho es que difícilmente se logra acabar de tajo con el problema en cada entidad a donde se mueven los generadores de violencia.

Resulta evidente que esta lucha ha provocado muchas pérdidas humanas; muchos policías y buenos servidores públicos han fallecido al enfrentarse valientemente a las bandas criminales, pero poco se habla de las verdaderas víctimas del narcotráfico, los miles de jóvenes que lamentablemente caen en las garras de la drogadicción, unas veces por voluntad propia y otras tantas por engaño o por presiones de supuestos amigos que prácticamente los obligan a probar sustancias tan nocivas que les afectan el cerebro desde la primera toma. Ellos y sus familias son las “víctimas calladas” del narcotráfico, de las que ningún periódico habla y sufrirán los trastornos por los siguientes 30 o 40 años.

Los padres de estos muchachos libran tremendas batallas por lograr que sus hijos dejen la dependencia a esas sustancias y muchas veces padecen los estragos que los marcan de por vida; como me lo comentaba una afligida madre de un muchacho inocente que tuvo la desgracia de probar drogas sintéticas y que ahora, además de comprometer las finanzas de toda la familia con medicamentos excesivamente caros que lo único que logran es que no convulsione más, pero que nunca podrán regenerar su dañado cerebro; aunado a lo anterior, esta familia tiene que encargarse de conseguirle algún empleo sencillo que le permita a este joven prepararse para la vida, sin embargo nadie quiere contratarle por sus antecedentes y por lo tanto todo apunta al hecho de que dependerá económicamente de ellos por siempre.

En otros casos más dramáticos las víctimas de las drogas desarrollan conductas violentas que los llevan a cometer innumerables delitos, muchas de las cuales están en prisión. Un muchacho rehabilitado comentaba que las verdaderas víctimas de la droga son aquellos que de un modo u otro están condenados a vivir con el drogadicto y mencionaba que se trata de enfermos, pero en la mayoría de los casos ellos lo han elegido. Los enfermos de cáncer no lo eligen, sin embargo el que toma pastillas en busca de una diversión, debe ser consciente de que toda fiesta debe llegar a su fin, y cuando quiera darse cuenta, quizás sea demasiado tarde y el camino de retorno no exista.

Se trata de un problema muy complejo, pues la propia Organización Mundial de la Salud menciona que 70 millones de personas en el mundo están afectados por problemas relacionados con las drogas o el alcohol. Un alto porcentaje de jóvenes adolescentes son víctimas de la falta de atención de los padres y la sociedad que los ha llevado a tomar decisiones que los tienen ahora encarcelados o “presos” en el mundo de las drogas y para combatir al narcotráfico es necesario que el Gobierno Federal cree instrumentos educativos y culturales que eviten que los jóvenes sean víctimas de las drogas, la estrategia de tener al Ejército en las calles no resuelve el problema de fondo, la prevención es fundamental. La juventud debe comprender que en las drogas, no se debe comenzar nunca: iniciar ese camino es el principio del fin.

El autor es asesor empresarial en cabildeo

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