Insiste la CNDH

A la presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Rosario Piedra Ibarra, le cayó como balde agua helada que el Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social del Gobierno Federal, haya "bateado" el traslado al penal de El Hongo de Mario Aburto Martínez, asesino confeso y sentenciado del candidato del PRI a la Presidencia de la República, Luis Donaldo Colosio Murrieta.

La institución defensora de los derechos humanos, que actualmente parece un apéndice del Poder Ejecutivo federal, a través de un comunicado de casi dos cuartillas y media, mostró su profunda molestia porque el asesino no ha sido trasladado como se solicitó.

Y es que más que un problema de derechos humanos, la CNDH de Piedra Ibarra, quien ha sido omisa para proteger a diversos grupos sociales, en el caso de Aburto parece tener un marcado interés como para establecer que el matón es una víctima de las administraciones federales, empezando por la de Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quezada, Felipe Calderón Hinojosa, Enrique Peña Nieto, y finalmente dándole un rozón a la de Andrés Manuel López Obrador.

Al menos en su comunicado número 131/2021 señala que "los derechos humanos de él (Aburto) y de su familia, reiteradamente han sido violados durante 27 años". Es decir, desde el momento en que fue apresado por ejecutar al candidato priista el 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas, en Tijuana.

Luego viene el lado sentimental, con el argumento de que el penal de Guanajuato, donde está encarcelado Aburto, está a mil 915 kilómetros... "generándose dificultades de movilidad para la familia, que han motivado el alejamiento de ésta del interno, en particular de su señora madre, quien tiene 27 años de no tener contacto alguno con el detenido".

En fin, parece que Piedra Ibarra está muy molesta porque no puede lograr el traslado de Aburto a El Hongo, aunque haya temas pendientes de derechos humanos quizá más urgentes y trascendentes.

Aniversario desangelado

Por segundo año, el aniversario de la fundación de Rosarito pasó casi inadvertido, la importante fecha apenas valió una mención en redes sociales por parte de las autoridades, las “mañanitas” no se cantaron en este 136 aniversario el pasado 14 de mayo y menos aún, se partió y repartió un pastel, como un simbólico acto de festejo.

El año pasado, las restricciones por la pandemia fueron el motivo para no celebrar esta fecha, ni siquiera de manera virtual, y este 2021 tampoco se hizo nada para consentir a Rosarito y si bien es cierto, seguimos en pandemia, la realidad es que los actos masivos sobre todo los de campaña, hablan de otra cosa, pues en ellos se ve a gente sin cubrebocas, dejando de lado la sana distancia y sobre todo, llevando niños a quienes se supone se protege de no acudir a clases presenciales, para evitar riesgos.

Incluso en Rosarito la nueva normalidad, cada vez es más normal, restaurantes llenos, fiestas de todo tipo se realizan desde hace tiempo sin ninguna restricción y hasta eventos como la expo tequila, que por cierto el año pasado fue uno de los pocos que sí se realizó, ya se promociona.

Entonces por qué ni siquiera una ceremonia cívica, aunque fuera desangelada, se mereció el quinto municipio de Baja California.

Aun así, ¡Felicidades!