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Hacer consciente lo inconsciente

“Mientras no logres transformar lo inconsciente en consciente, lo inconsciente regirá tu vida y lo llamarás destino”.Carl G. Jung

El sistema de trenes japonés es reconocido como uno de los mejores del mundo. Y en el manejo del mismo hay un ritual que tienen que seguir los operadores de los trenes y las personas que trabajan en las estaciones.

Por ejemplo cuando el tren se acerca a una señal de tránsito el operador la señala y dice: “la señal está verde”; conforme el tren entra y sale de las estaciones el operador señala el velocímetro y dice en voz alta la velocidad exacta que aparece en la pantalla. Cuando es hora de abandonar una estación el operador señala el pizarrón con los horarios y dice en voz alta la hora.

En la estación los empleados también siguen alguna rutinas, por ejemplo al momento de salir el tren señalan el borde de la plataforma y declaran: “todo despejado”. Cada detalle del viaje es identificado, señalado y nombrado en voz alta.

Consecuencias

Este procedo de seguridad llamado “Señalar y nombrar” es un sistema de seguridad diseñado para reducir errores. Se calcula que ha reducido un 85% los errores y evita el 30% de los accidentes.

En una ocasión el pequeño hijo de una mujer trepó en el vagón de un tren bala que puede alcanzar velocidad hasta 300 km/hora. La mujer quedó afuera en la plataforma pero alcanzó a meter un brazo mismo que quedó atorado en las puertas que se cerraron. El tren ya a punto de arrancar cuando el empleado en plataforma encargado de dar la rutina de que todo libre para que el tren salga se da cuenta del problema de la mujer y logra detener la salida del mismo. Las puertas se abren, la mujer ingresa al vagón y el tren un minuto después sale a su destino.

Aplicación práctica

Este sistema de nombrar y señalar es muy efectivo porque hace consciente muchas cosas que hacemos de una manera inconsciente. Cuando haces algo que implica usar ojos, manos, boca y oídos por ejemplo tienes más probabilidad de advertir los problemas antes de que algo salga mal. Como la lista que hacía una señora antes de salir de viaje: “tengo mis llaves, tengo mi cartera, tengo mis lentes, tengo a mi esposo”. Y ya salía en camino.

Cuanto más automática se vuelve una conducta menos probabilidades de que pienses en ella de manera consciente. Y muchas veces lo que hacemos diariamente es parte del problema de nuestra falta de productividad.

Aquí la clave está en registrar lo que hacemos diariamente y ver de eso que realizamos que tanto contribuye a nuestros objetivos.

Te propongo un ejercicio muy simple estimado lector: mañana apunta lo que hiciste de 8 a 12 horas a mediodía, y las 6 pm apunta lo que hiciste de mediodía a esta hora. Revísalas y evalúa tu desempeño de esta jornada. Y si cada día mejoras un 1% dentro de un año estarás irreconocible. Prueba y verás. No nos resta más que desearte un feliz domingo, y si eres papá nuestra más calurosa felicitación.

*- El autor es socio del Despacho Asesores Ballesteros.

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