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Flagelo

Flagelo es un instrumento que se utiliza para azotar.

Flagelo es un instrumento que se utiliza para azotar. El flagelo puede ser un azote, un látigo o una fusta que, al ser golpeado violentamente contra alguien, le causa dolor y lesiones. Una persona puede ser flagelada como castigo o en medio de una práctica sexual sadomasoquista, aunque también se puede autoflagelar si decide imponerse una penitencia por lo general religiosa, también se le denomina como un hecho o suceso que tiene efectos muy negativos en una persona o una comunidad.

La humanidad ha tenido varios flagelos, podríamos mencionar el fanatismo, la guerra, el hambre, el odio, la miseria, la ignorancia y los modernos como la contaminación, el sida, el ébola, la influenza o el coronavirus.

Estos son los más representativos, pero también están, los líderes sindicales y sociales corruptos, aquellos que ven una oportunidad de negocio en las tarifas del transporte público, la energía eléctrica, el aumento al predial o al agua, el racismo, la inmigración, la intolerancia, la lucha por el poder, los diputados y senadores ignorantes, los funcionarios sin preparación y cultura y la corrupción.

Cuánta impotencia e indignación se siente ante tales situaciones, estas personas no son distintas a los demás, son iguales y muchas veces tienen mayores privilegios actuando al margen de la ley que quienes siguen cada regla al pie de la letra, como ejemplo aquel ciudadano ejemplar que paga sus placas o su predial que más allá de comprender que tales alcances no tienen el valor del esfuerzo y la dedicación, no dejamos de creerlo injusto. Comenzamos mal desde el momento en que, por ejemplo, no se cubren cargos públicos mediante previo concurso. Hoy todo es “amiguismo”, “clientelismo”, todo se decide “a dedo”, una terrible vergüenza y una falta de respeto para los que pagamos impuestos.

No se respetan las grandes Instituciones, ni al Hombre que digno es. Se establecen comparaciones sin existir patrones que ameriten tal. Somos hijos del rigor, de la “viveza criolla”, de un tipo especial de idiosincrasia, que en lugar de ser parte de nosotros nos condena a vivir de ella. Ir contra la corriente es como remar río arriba, mientras unos prefieren ganar por méritos propios, otros prefieren tener el camino allanado e ir por lo fácil, aquellos sinvergüenzas que reciben dinero público sin merecerlo, solo por el hecho de que alguien se los da o forman parte de un partido politico. No hay moral ni principios que valgan, escalar sin esfuerzos tiene costos que denigran y le quitan la dignidad a la persona. Y pobre de aquel que se atreva a hacerlo poniendo a prueba su resiliencia, su capacidad de adaptación, sus estudios universitarios, sus posgrados, sus triunfos y derrotas personales, su esfuerzo, porque si lo hace es un miserable aspiracionista.

En fin, aunque gritemos, lloremos, pataleemos, el mundo va a seguir siendo así. Van a seguir existiendo las trampas, los corruptos, los vagos, los ladrones, pero también los honrados y los grandes profesores. Los primeros van a seguir avergonzando la raza humana y faltándole el respeto a quienes trabajan, a quienes honran a la humanidad con su dignidad, y éstos últimos no van a dejar de seguir sus principios y valores, de actuar sin contradecir la moral y la ética. Una cosa no quita la otra: la maldad y la bondad, el bien y el mal, la guerra y la paz, coexisten en cada individuo y también dentro de una sociedad.

Es necesario romper paradigmas, los mexicanos somos vivaces, prácticos, inteligentes, trabajadores, no somos el estereotipo del que duerme la siesta recargado en un cactus con sarape y sombrero, sí, aquel estereotipo llamado Sleepy Pancho creado por el peruano Rómulo Rozo y mucho menos el borracho buscapleitos, que somos machistas, que todos andamos a caballo, con botas y pistola o que México es un desierto, ya basta, dejemos de pensar en nuestro pasado, para bien o para mal, eso es el pasado, pensemos en el futuro, el futuro de nuestro hijos y de nuestros nietos, dejemos de flagelarnos.

*- El autor es ex presidente de la Federación de Colegios de Ingenieros Civiles de la República Mexicana.

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