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Elecciones en Filipinas

“El pueblo no renuncia nunca a sus ibertades sino bajo el engaño de una ilusión.” EDMUND BURKE

El 9 de mayo pasado se llevaron a cabo elecciones en Filipinas y en las cuales resultó electo Ferdinand Marcos y Romuáldez, hijo del dictador del mismo nombre que se eternizara en el poder en esa nación, gobernándola por poco más de 21 años.

Efectivamente, el papá gobernó Filipinas desde 1965 hasta 1986 y con el descaro de colocar, al estilo de Nicaragua de Daniel Ortega, a la esposa en el puesto de vicepresidente, Imelda Marcos. Ferdinand Marcos inició como un presidente democrático y terminó cambiando la constitución para ejercer como primer ministro. Finalmente fue depuesto por un grupo revolucionario, por lo que huyeron al exilio a Hawái junto con su esposa.

Durante esos 21 años de dictadura, 3,257 personas fueron asesinadas, 70,000 encarcelados, se documentaron 35,000 casos de tortura y alrededor de 10,000 millones de dólares fueron desviados del erario público, lo que en su tiempo se dice que fue incluido en el Libro Guinness de los Récords como el mayor robo a un Gobierno de toda la historia. (seguramente muchos gobiernos en México superarían esa marca histórica).

Lo que llama la atención es el hecho de que después de esas atrocidades, la familia Marcos regresó a Filipinas y empezó una operación para ir borrando la huella de tantas tropelías y crímenes, por lo que los políticos de ese país consideran que la campaña electoral del hijo de los Marcos comenzó en realidad hace décadas, cuando la familia impulsó un proceso de revisión histórica para borrar la inmensa y oscura huella que la dictadura conyugal de Ferdinand e Imelda Marcos, para lo cual se apoyaron mucho en las redes sociales, en especial YouTube y Facebook, desde donde lanzaron una campaña para limpiarles la cara a la familia, a través de relatos y videos de la época, en los cuales se retrata una Filipinas fuerte, próspera y en paz y como dijera Joseph Goebbels, jefe de campaña de Adolfo Hitler: “Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”.

El resultado de esa campaña de limpiarles la cara a la familia Marcos dio éxito y este 30 de junio de 2022, ha asumido el cargo de presidente el hijo del peor presidente que ha tenido Filipinas, llevando como vicepresidenta a Sara Duterte, hija del actual presidente, Rodrigo Duterte. Todo en familia, pues.

Filipinas tiene una población estimada de 104 millones de habitantes, un poco menor que nuestro país, pero a diferencia, está compuesto por más de siete mil islas y está considerado como el 12º país más poblado del mundo (México ocupa el décimo puesto con más de 130 millones de habitantes, según el Fondo de Población de Naciones Unidas).

Es triste que esos más de 100 millones de habitantes hayan sucumbido por el canto de las sirenas y que acepten al hijo de un dictador como su nuevo gobernante. Es algo así como si un hijo de Adolfo Hitler hiciera campaña en redes sociales para limpiar la imagen del papá, se postulara para primer ministro de Alemania y el pueblo lo eligiera.

Esperemos que los mismos mecanismos de la democracia, sirvan de contrapeso y vigilen a este personaje que entre otras cosas ya se ha pronunciado por convertirse en un aliado incondicional del pueblo chino y su peligrosa forma de entender la democracia y las libertades ciudadanas.

*- El autor es asesor empresarial en cabildeo.

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