Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Tijuana

¿Desarrollo de Negocio o Marketing?

“Most businesses who try to hire a marketer actually need business development. Not marketing”

“Most businesses who try to hire a marketer actually need business development. Not marketing” fue un tuit que se me atravesó en mi timeline y era justo la respuesta a muchos problemas que hemos tenido con clientes. Traducción: “la mayoría de los negocios que tratan de contratar marketing, realmente lo que necesitan es desarrollo de negocios. No marketing”.

Es impresionante cuando se presentan patrones, le explico con analogías. La mayoría de los pacientes que buscan un cirujano plástico lo que realmente necesitan es un psicólogo. ¿Se está aclarando el horizonte?

Hace algún tiempo tuvimos un cliente que nos enseñó muchísimo, a todo el equipo, yo les decía que teníamos que “vivirlo” para estresar todo nuestro sistema y aprender, nada te enseña más que un cliente insoportable.

Aunque en la agencia tenemos procesos y procedimientos esta cuenta en particular era atípica, es decir, era una empresa que solo tenía dos productos, venden en México y USA y el dueño era todo el organigrama completo. Antes de aceptar una cuenta, analizamos el caso para ver si lo que necesita es marketing, endomarketing, desarrollo de negocios o un exorcismo; aceptamos esta cuenta porque realmente era atípica, nuestro racional fue “si vende sin estructura, imagina el potencial si logramos ordenarla”. Nuestras intenciones eran las mejores y sabíamos que el cliente era difícil, muy difícil.

Listo, lo aceptamos y empezamos con nuestros procesos y procedimientos, primero la recopilación de activos digitales, ahí fue la primera bronca, el dominio (www.loquesea.com) estaba registrado por otra persona a la que “por mientras” le habían encargado hacerlo, no era dueño del dominio que estaba montado en un shopify para vender en ambos países.

-Ok, ayudaré a recuperar el dominio- ¡listo, tenemos el dominio! seguimos con la identificación del buyer persona, matriz de contenido, medios sociales, identidad gráfica, era un encanto. Mientras tanto el cliente presionando para abrir inmediatamente la tienda en Amazon, Mercado Libre, Privalia ¡hasta en SheIn quería vender! ¡Dios mío! Pedía cada 10 minutos vía Whatsapp algo, era tal desorden que le instalamos un forma para que ahí volcara todas sus solicitudes, ocurrencias y/o ideas para que nos dejara trabajar, acumuló 32 peticiones en un día.

Mientras nosotros estábamos haciendo nuestro proceso, paralelo a eso teníamos que resolver temas que no obedecían al marketing “necesito un asistente ¿me consigues una?” ¡no! nosotros no somos área de recursos humanos. El problema era tan tan serio que cuando logramos llegar a la estrategia de conversión, no tenía el método de pago activo en el shopify, o sea tenía tienda sin caja registradora para que me entienda ¿quééé? ¿cóóómo? ¿qué pasóóó? “es que la cuenta bancaria asociada al método de pago no era mía, era de un amigo y pues estoy tramitando otra”

Silencio absoluto.

Nosotros queríamos ver esa empresa crecer y caímos en la tentación por ver el potencial que tenía, pero lo que ese dueño-CEO-gerente-director lo que necesitaba era consultoría en desarrollo de negocio y no distraerse, no se puede paralelamente llevar otros procesos porque pasa lo que pasó aquí. Tuve que sentarme a explicarle que el error había sido mío “no debía aceptarte porque no estás preparado para incorporar marketing, tuve que haberme dado cuenta desde el episodio del dominio”.

Desde ese día, endurecimos las políticas para aceptar clientes, por el bien de ellos y de nosotros. De todo se aprende.

En esta nota