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Cambios

Con el arranque formal del proceso electoral 2023-2024, la Gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Avila Olmeda, señaló que todavía faltan cambios en su gabinete por funcionarios que están en la búsqueda de alguna candidatura.

Con el arranque formal del proceso electoral 2023-2024, la Gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Avila Olmeda, señaló que todavía faltan cambios en su gabinete por funcionarios que están en la búsqueda de alguna candidatura.

Pero a esto también se suma los funcionarios que pudieran participar de manera activa en las campañas, ya sea como coordinadores de algún candidato, por lo que el número de funcionarios aún puede variar.

A la fecha los funcionarios que ya dejaron el encargo son Armando Samaniego, quien fuera Secretario del Agua; Netzahuacóyolt Jauregui Santillán, ex Secretario del Bienestar; Catalino Zavala, ex Secretario General de Gobierno;

Erik Morales Elvira, ex director del Instituto del Deporte de Baja California y la ahora ex Oficial Mayor del Estado, Rocío López Gorosave, la cual ya anunció que buscará la alcaldía de Ensenada.

Con los nervios

En el cuartel de guerra que según se dice está establecido en las mismísimas oficinas de la presidencia municipal de Rosarito, los nervios están al borde de un ataque.

Y es que a estas alturas nomás no hay una luz que permita vislumbrar que el equipo de la alcaldesa Araceli Brown Figueredo, pudiera colocarse para la elección del 2024, pues sus propuestas “nomás no pintan”, ya que trae a su secretario del Bienestar, Daniel

Garduño, que lejos de sumar ha dividido hasta su equipo interno y qué decir de la regidora con licencia Stephanie Esquivel, quien ni siquiera pudo con el manejo del DIF, pues su administración fue reprobada por el Orfis.

Si bien todavía no hay nada definido en cuanto a la equidad de género, la lectura política indica que si desde el Gobierno del Estado se impulsan las candidaturas de Erik “el terrible” Morales para Tijuana y Netzahualcóyotl Jauregui para Mexicali, lo lógico es que Rosarito y San Quintín serían para candidatas mujeres, ya que estos municipios forman parte del bloque bajo, establecido por el Ieebc, que dividió las candidaturas dos a dos.

Por eso los nervios y las uñas comidas son la comidilla del día, y de la noche, porque nomás no se ve por dónde, al menos por ahora, la “gente de Araceli” podría tomar por asalto su propio fuerte.

Quizá por ello, la diputada Rocío Adame, anda como “reina de la primavera”, pues ha dicho fuerte y quedito que cuenta con la venia y bendición de la gobernadora Marina del Pilar

Ávila, a quien le promete más allá de la larga amistad que las une, lealtad absoluta, algo invaluable en la 4T.

Lo malo, es que Adame Muñoz ha mantenido un distanciamiento más que prudente con la edil rosaritense, así que no se ve cómo pudieran sentarse a la mesa, sobre todo porque

Brown Figueredo está buscando la candidatura a la diputación federal y en una de ésas, si los astros la favorecen, por qué no la local. La turbulencia se prolongará posiblemente hasta febrero, cuando se den a conocer los resultados de las encuestas, ya sean patito o no. Por cierto, falta ver qué arreglos se “planchan” con los partidos aliados, que al parecer podrán consolidarse entre Morena, PES y el Verde, arreglos que oficialmente se establecerán en unos días.

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