Atrapados en el tráfico

“Aumentar el numero de carriles de una autopista para reducir la congestión vial, es como aflojar el cinturón del pantalón para resolver la obesidad”.

-LEWIS MUMFORD..

El tráfico o congestión vial cada día es peor en nuestras ciudades bajacalifornianas. Esta afirmación continuará siendo cierta mientras no corrijamos la manera en que planeamos y hacemos las ciudades y la manera en que nos movemos en ellas.

Varias ocasiones he comentado en este espacio, cómo nuestras ciudades siguieron un modelo de desarrollo urbano “3D”; esta tendencia urbana, fue definida en el estudio “Reforma Urbana: 100 ideas para las Ciudades de México” del Centro Mario Molina. Este modelo estaría caracterizado por la expansión desproporcionada, fragmentada y no planificada de la mancha urbana produciendo ciudades distantes, dispersas y desconectadas. Así, mientras la población urbana de México se duplicó en los últimos 30 años, la superficie urbanizada se multiplicó por seis. Algo parecido ha sucedido con el parque vehicular en Tijuana, donde crecemos a una tasa inferior al 3% anual y el parque vehicular crece a una tasa cercana al 8%. El estudio mencionado, califica al modelo urbano “3D” como altamente ineficiente e improductivo, ya que aumenta distancias, tiempos y costos de traslado al interior de las ciudades. Según SINTRAFICO y el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la congestión vial le cuesta a los Tijuanenses 2,775 millones de pesos anuales con un total de 234 millones de horas gastadas en traslados en el mismo periodo; dinero que escapó de nuestros bolsillos y tiempo que jamás podremos recuperar.

Este diario tuvo a bien, elaborar una serie de reportajes que estarán publicándose a partir del lunes próximo y un panel de discusión a donde tuve el honor de ser invitado; en estos, se abordará la amplia problemática y las posibles soluciones al tema de movilidad y la congestión vial. Después de leer estos reportajes y escuchar el panel de discusión, nos deberá quedar claro que la problemática es más compleja que la falta de mas calles y bulevares, y la solución es mucho más complicada que sincronizar semáforos y construir más puentes y pasos a desnivel. La verdadera solución de fondo nos involucra a todos, significará cambio drástico de paradigma que exigirá el más alto compromiso y la más amplia participación de todos. No te pierdas estos reportajes en Frontera/El Imparcial.

Que empiece la discusión, e iniciemos todos a formar parte de la solución. Venga.

*El autor es arquitecto tijuanense, pro ciudades compactas.