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Sueños de plata

Retomando la premisa de “El día de la marmota” (Harold Ramis, 1993), en que se revive una y otra vez los hechos de un solo día, misma que ha sido utilizada recientemente en varias películas de terror adolescente, Sun-ho Cho aplica la sensibilidad y el particular estilo coreano para crear un thriller lleno de tensión envuelto alrededor de un desgarrador melodrama.

El doctor Jun-young (Myung-Min Kim), una eminencia en su campo, regresa a Seúl después de un viaje para ofrecer ayuda en zonas de guerra ante la ONU. Su saturada agenda le deja poco tiempo libre para convivir con su hija pre adolescente, Eun-jung (Jo Eun-hyung), quien se siente menospreciada por su famoso padre, ya que este ha incluso llegado a olvidar la fecha de su cumpleaños.

A su llegada al aeropuerto, después de dar una conferencia de prensa, Jun-young le llama a su pequeña con la promesa de verla más tarde. En el camino a la cita Jun-young se topa con un accidente e instintivamente se detiene para ayudar a los heridos. Minutos más tarde se percata de que una de las víctimas del accidente es su propia hija que cruzaba la calle en ese preciso instante.

Al momento de ser impactado por el shock de su descubrimiento, Jun-young despierta en el avión que está aterrizando en Seúl nuevamente. Aún descontrolado por la inusual experiencia se da cuenta de que todos los eventos de su “sueño” se están repitiendo con absoluta precisión, y al llegar a la intersección del accidente, experimenta de nuevo la indescriptible angustia de ver a su niña muerta una vez más.

Así, una y otra vez, Jun-young revive la estremecedora experiencia, intentando todas las formas posibles para evitar que el accidente se repita, y fracasando en cada ocasión, hasta que es confrontado por un conductor de ambulancia quien también se encuentra atrapado en el infierno de repetir el mismo día infinitamente.

La aparición de este hombre, con el que Jun-young comparte la pena, les brinda a ambos la oportunidad de unir fuerzas para descifrar lo que está sucediendo y buscar la forma de detenerlo.

A diferencia de todas las anteriores variantes que existen sobre el tema de la repetición de un mismo día, el guion, del mismo Sun-ho Cho, está brillantemente construido alrededor de los “pecados” cometidos por los protagonistas y la venganza que éstos desencadenan. Aunque la verdadera explicación del porque este suceso paranormal les está sucediendo nunca es realmente revelada, la solución al enigma se encuentra en la expiación de sus actos y la búsqueda del perdón de las víctimas.

Como es de rigor en el cine coreano, la venganza es elemento esencial de la trama y el melodrama, que usualmente puede alcanzar altísimos niveles de pornografía emocional, es utilizado quirúrgicamente para manipular los sentimientos del espectador, lo cual, debido a lo que se encuentra en juego (la vida de Eun-jung) está perfectamente justificado.

Sun-ho Cho ata los elementos del cine de acción, ciencia ficción, thriller, y los recubre con su matiz dramático para entregar, con su primer largometraje, una tensa experiencia bañada en lecciones de vida, que indudablemente será considerada para ser refrita por el cine hollywoodense en el futuro.

“El día” nos ofrece un relajante escape de la cartelera veraniega plagada de superhéroes, dinosaurios y explosivos cataclismos que parecen una pesadilla en interminable repetición.

El autor es editor y escritor en Sadhaka Studio.

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