Buscan que personas privadas de libertad tengan trato digno

Tijuana, B.C.- A sus 63 años la señora María Helda Lorena Arreola Arroyo dejará de comer para exigir que las personas privadas de su libertad (PPL) sean atendidas con dignidad en los centros penitenciarios de El Hongo y La Mesa.

En este último iniciará la huelga de hambre el lunes 3 de junio, la duración dependerá de la respuesta de las autoridades del gobierno del Estado para resolver la situación que sufren las PPL.

Arreola Arroyo, representante de la asociación civil de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos A.C., afirmó que en las cárceles hay falta de servicios médicos, fármacos, alimentos en buen estado, principalmente, lo que afecta la integridad de sus seres queridos.

Lo quiero hacer de todo corazón por esas familias que sufren y siguen sufriendo día y noche por los tratos inhumanos que sufren ellas como sus familiares”, expresó.

Tijuana

Están certificados 10% de cirujanos plásticos en BC

Te puede interesar: Recaban firmas en Marcha del Orgullo para apoyo a infancias trans

La activista, a pesar de su edad, dijo no temer por su salud ni seguridad, con tal de denunciar públicamente, pues las familias prefieren no hacerlo para evitar que sus PPL sufran represalias o sean trasladadas a otras cárceles del País.

Conoce esta problemática por experiencia propia, pues su hijo, ex policía, estuvo recluido siete años en La Mesa porque se involucró en problemas políticas y en 2022 fue liberado.

La señora Irma comentó que la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Baja California sabe de esta situación, pero hasta el momento no ha apoyado a las familias.

Muertes dentro de las instituciones

Por su parte, Irma Garrido, ex funcionaria del sistema penitenciario, exigió que se investiguen las 32 muertes de las PPL, la mayoría relacionadas con el consumo de fentanilo.

Tijuana

Analizan crear ruta exprés en Agua Caliente

Apuntó que los finados fueron trasladados de La Mesa a El Hongo, en donde consumieron dicha droga al interior de este lugar.

Garrido acusó que la droga, presuntamente, la obtuvieron en las cárceles, ya que es imposible que las familias la ingresen porque se les revisa de manera exhaustiva.

Te puede interesar: Temen caída de barda en escuela de Tijuana

“La mayoría de los familiares manifiestan que sus internos estaban en una situación tranquila, normal, no fumaban, no se drogaban, no estaban metidos en problemas y que de repente les hablan que cayeron muy enfermos o que se suicidó”, sostuvo.