Migrantes desean estar con su familia

Alex Iván Castillo cierra los ojos y como regalo de Navidad pide estar cerca de su familia, especialmente de su hijo de 4 años que dejó en Honduras.

Ese deseo es el que comparten los más de 2 mil migrantes de la caravana centroamericana que están en albergue El Barretal, quienes desde hace poco más de dos meses huyeron de sus países para salvarse la pobreza extrema y amenazas de las pandillas.

“Cuando hablo por teléfono con mi hijo me pide que lo traiga a Tijuana, pero es imposible. Mi meta es trabajar para que mi hijo esté el siguiente año conmigo, pero en Monterrey”, platicó Alex Iván, quien para mantenerse ocupado es voluntario del orden del refugio.

“Mi hijo es un amor inseparable, yo le digo que me espere, que muy pronto estaré en Honduras”, agregó.

Entre las actividades que realizaron ayer los migrantes en el albergue hubo un convivio organizado por chefs de México y Estados Unidos.