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Casa Emiliana: Promesa del Valle de Guadalupe

El proyecto de Laura Anguiano y Miguel Ávila, es solo uno de muchos que han apostado por el equilibrio del ecosistema turístico.

Casa Emiliana: Promesa del Valle de Guadalupe

Ensenada, BC.- Quien conoce y aprecia el Valle de Guadalupe, entiende el valor de este espacio único y no pierde oportunidad de recomendarlo, pues la experiencia combinada de buen vino, gastronomía y paisaje no tiene competencia.

Sin embargo, con el paso del tiempo, el Valle de Guadalupe ha sufrido transformaciones propias de un centro turístico, no siempre para bien. Si bien se ha fortalecido el vino como Sol sobre el que gravitan el resto de los astros turísticos, poco a poco se han alzado voces para señalar el riesgo que corre el paraíso vinícola de BC.

Grave escasez de agua, crecimiento desmedido, eventos masivos, establecimientos irregulares y situaciones de inseguridad, son algunas de las amenazas sobresalientes.

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Características endémicas del Valle

Pese a todo, el Valle aún conserva sus características endémicas sinónimas de placer.

Para Laura Anguiano, quien junto a su esposo Miguel Ávila cultiva la vid desde 2011 en Casa Emiliana, la zona no solo conserva sus cualidades sino que se fortalecen: Tranquilidad, ubicación y vinos excepcionales en calidad y costo.

Laura, de bronceado mediterráneo y de profesión ingeniera civil, presume con orgullo un proyecto que inició como plan de retiro y se convirtió en una aventura familiar para desarrollar su propia marca de vino. Junto a decenas de otras iniciativas pequeñas y medianas, la apuesta por un Valle campestre y sano sigue en pie; y pese a las amenazas para el Valle, el futuro luce prometedor.

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Turismo masivo no es compatible con el valle

Un turismo masivo no es compatible con el Valle, señala a rajatabla Miguel Ávila, compañero de viaje de Laura. “Al visitante le gusta que es un valle que va iniciando, que a lo mejor es lo que tenía Napa (California) hace 50 años”, destaca.

Y añade: “Si bien no es una región que produce vino económicos, es una región que produce y que está a la altura de cualquier parte del mundo. Es un destino en donde todavía pueden ver a los dueños, platicar con los enólogos, donde los enólogos están aquí. Esa experiencia ya no la ves en otros lados”.

El ejemplo de Casa Emiliana es solo uno de muchos otros proyectos que le han apostado por el equilibrio del ecosistema turístico. Así, para quien tenga alguna duda sobre elegir al Valle como próximo destino, puede tener la seguridad de que encontrará cumplida la promesa de un lugar único.

Fotos: Abdiel Ortega

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