Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas /

Diferencias de género

A toro pasado, escribo sobre el día de la mujer, casi sinónimo de feminismo.

A toro pasado, escribo sobre el día de la mujer, casi sinónimo de feminismo. En 1911 un incendio mató a 123 mujeres trabajadoras, algunas menores de edad, inmigrantes de Italia y judías, hacinadas y sobreexplotadas en un edificio de Nueva York, en 1975 se instauró el día conmemorativo como día de la mujer. Es mala señal que tengamos que tener un día de la mujer, día de demanda de equidad de género. La igualdad suele dominar como meta, eso suele pasar por alto algo igualmente importante, las diferencias. Entender las características biológicas de la mujer es lo mismo que preguntarse sobre su diferencia con los hombres, quiero decir que es lo que nos distingue, lo determinante. Hablar de las diferencias de género es políticamente incorrecto cuando se trata de hablar del cerebro. Las dos grandes diferencias entre mujeres y hombres son el aparato reproductor y el cerebro. No hay que temer hablar de ello, no desplaza en lo absoluto la necesidad de garantizar la igualdad y equidad de derechos ciudadanos, pero sí estorba el erróneo concepto de que la similitud es el futuro, que las diferencias tienden a borrarse. Como hombre pienso que deberíamos estar más presentes ese día, la exclusividad femenina es solidaria entre las mujeres, pero discriminatoria al hombre, con ese que se busca igualdad y equidad. La imagen masculina no es necesario excluirla para defenderse del patriarcado, hasta las representaciones son censuradas. Bueno, hasta retiraron la emblemática estatua de Colón en la CDMX y sustituyeron con un esperpento llamado La joven de Amajac, pasó de la Glorieta de Colón a Glorieta de las Mujeres que Luchan, más por feminismo que anticolonialismo. Las diferencias que tenemos en el cerebro es un tema poco abordado ya que tiene consecuencias. Así como es importante reconocer las dificultades que puede tener mes con mes una mujer, días que deberían ser de asueto para muchas. Así las diferencias cerebrales determinan mucho en qué nos distinguimos conductualmente más allá de las experiencias individuales de vida, el cerebro de la mujer es 10% menor pero más sofisticado que el del hombre. Simplemente tener que lidiar con el embarazo, parto y crianza necesita habilidades específicas, diferencias en el tamaño, estructura y conectividad hacen que se piense distinto. Una diferencia biológica notoria es la empatía, necesaria para la óptima crianza y fuente de más sensatez. Ellas con más conectividad pueden ser más multitareas que ellos, el enfoque y realización de una sola tarea les resulta a ellos más factible. Ellas pueden hablar más claro y directo, ellos podrán estacionarse más fácil. Son ejemplos de realidades que deben tomarse en cuenta al decir igualdad. No hay no binario, sí transexual y raramente intersexual, ¿realmente existe el LGBTTTIQ?