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Desarrollo vocacional, una asignatura pendiente del sistema educativo

En entregas anteriores hemos comentado la necesidad de una política educativa relacionada con el “desarrollo vocacional”.

En entregas anteriores hemos comentado la necesidad de una política educativa relacionada con el “desarrollo vocacional”. ¡Los jóvenes deciden a que van a dedicar el resto de sus vidas profesionales cuando tienen sólo 17 o 18 años! Toman decisiones muy poco informadas y con base en opiniones de familiares y/o amigos también poco informados en la gran mayoría de los casos.

Esto provoca deserciones y frustraciones que se podrían evitar o disminuir, en algunos países nórdicos o Israel, los jóvenes se toman un año entre la preparatoria y la universidad para que investiguen y se documenten, para que se conozcan más a sí mismos, y con base en ello, tomen una mejor decisión. En México, se ve como un fracaso que un(a) joven no entre directamente a la licenciatura cuando termina la preparatoria.

Recientemente, Shane Humason un “influencer” en Estados Unidos llevó a cabo una investigación con un extensivo cuestionario en el que participaron poco más de 10 mil personas para indagar cuales son los principales problemas a los que se enfrentan al escoger sus carreras. El principal reto al que se enfrentaba o problema número 1 era precisamente escoger una carrera (67 por ciento de los participantes); el número 2 fue elaborar solicitudes de empleo para aplicar (9 por ciento); el tercero fue llevar a cabo entrevistas de trabajo (8 por ciento); en cuarto lugar, el problema tiene que ver con la elaboración de curriculum, con la exposición de motivos o justificación del porque ser la persona apta para el puesto (5 por ciento), y el resto de los participantes (11 por ciento) mencionó algo distinto a los problemas o retos anteriores.

Las preguntas cuantitativas se complementaban por preguntas cualitativas en donde las personas hacían comentarios como estos, con respecto a la dificultad para escoger una carrera.

Me da ansiedad tan sólo pensar en el mercado laboral inestable, por lo que no puedo decidir que licenciatura/ingeniería estudiar.

Difícil decidir qué camino escoger y que me permita retirarme a edad temprana.

Recibo presión de mis padres para estudiar y dedicarme a algo que no me gusta.

Me da miedo pensar, no me gusta… Entre tantas respuestas de este tipo, el autor resume lo contestado por los participantes con la siguiente frase: “No sé qué hacer con mi vida, por favor ayúdenme”. Cómo ya hemos documentado en anteriores ocasiones, en México, el 50 por ciento de los estudiantes se concentra en 10 licenciaturas a pesar de existir una amplia oferta de programas. Mi humilde aportación, para quien lea estas líneas, es describir cuales son las peores carreras en términos de tasa de retorno y mayor riesgo (de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad, 2023), para que las eviten en la medida de lo posible y haciendo la aclaración que siempre habrá garbanzos de a kilo o excepciones a la regla (personas a las que les va bien a pesar de…), las carreras a evitar son:

Criminología y Criminalística Hospitalidad y Turismo Trabajo y atención social Gastronomía y servicios de alimentos Deportes; Terapia y rehabilitación; y Nutrición

Música y Bellas Artes Siempre habrá quien diga que lo importante es que te guste, pero estudiamos para poder insertarnos al mercado laboral y hay carreras que bien pueden ser hobbies o pasatiempos. Hasta la próxima.

  • *- El autor es Presidente del Colegio de Economistas de Baja California y Consultor Empresarial.