Fuera máscaras: ahí viene “Fosforena”

Ante el berrinche monumental que hizo el dirigente nacional por la repentina declinación de Samuel García como aspirante presidencial “fosfo fosfo” del Movimiento Ciudadano, Dante Delgado anuncia que desaparece el bloque de contención opositor en el Congreso y le abre la puerta al Presidente López a presentar las iniciativas que no habían tenido el apoyo mayoritario de los legisladores del MC, PAN, PRI y PRD.

El MC se quita la máscara democrática y anuncia lo que ya muchos intuíamos: es comparsa, un partido satélite del Gobierno que está en vías de ratificarse en un aliado (¡otro!) que beneficie a la mal llamada 4T. El partido “fosfo fosfo” se alía, de facto, al bloque morenista. Nace fosforena.

En algún momento estuve en reuniones con el dirigente nacional y los líderes locales de MC escuchando cómo querían convertirse en una tercera opción electoral. Una propuesta que me sonaba muy alocada por la forma en que la división y el encono ha sido la divisa de AMLO para los mexicanos, pero válida si las cosas fueran diferentes en este momento histórico para el país.

Hoy, todo eso es letra muerta. El MC está enojado y ha aceptado que quiere convertirse en el factor de división de la oposición. Con Ivonne Ortega como su futura candidata presidencial (ya no les quedó otra opción), pretenden quitarle votos de la clase media a Xóchitl Gálvez, tradicionalmente más enfocados a votar por los partidos que avalan su futura candidatura presidencial.

Mientras, a seis meses de la elección, Fosforena será un nuevo bloque en el Congreso que podría aprobar leyes, aunque en la Cámara de Diputados no les dan los números para una reforma Constitucional. Envalentonado, Andrés Manuel ya anunció que presentará nuevas iniciativas a leyes que no pudo hacer que se aprobaran antes.

El MC fue, en algún momento de este sexenio, un actor democrático en la oposición que soñó con llegar a ser el partido bisagra y hasta conquistar la Presidencia de la República con figuras como Luis Donaldo Colosio y Enrique Alfaro, entre otros, como una nueva generación de políticos que cambiarían la forma de hacer política en México.

El problema, como siempre, es la falta de transparencia porque algo muy turbio esconden en Nuevo León que Samuel no pudo aceptar que el Congreso del Estado hiciera uso de sus facultades y nombrara sustituto y terminó renunciando a su futura postulación, lo que registrará la historia como una vergüenza política sin igual.

Ante este escenario, Dante Delgado se quita el disfraz de opositor que algún día se puso y nos espera lo que siempre fue y que muchos no creíamos posible: una comparsa del régimen actual. Otro partido satélite, ¡otro! Que lástima.

*- El autor es empresario, turistólogo y un enamorado de su ciudad.