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Se fue Jorge Ramos del PAN

Pocas, muy pocas noticias me han impactado últimamente y una de ellas fue la intempestiva salida de Jorge Ramos Hernández del partido político que lo vio crecer como persona y como político.

Pocas, muy pocas noticias me han impactado últimamente y una de ellas fue la intempestiva salida de Jorge Ramos Hernández del partido político que lo vio crecer como persona y como político. Fue de todo en el PAN: ocupó puestos municipales, estatales y federales y sin duda, ha sido uno de los mejores presidentes municipales de esta ciudad, les guste o no les guste a sus adversarios y malquerientes.

En números netos y comparables, su trabajo ha sido de excelencia en dependencias como la Cespt, Desarrollo Social, la regiduría municipal, Diputado Federal por la zona este y sus tres candidaturas (dos con resultados negativos) a Presidente Municipal de Tijuana. En resumen, era un activo y una persona influyente en el PAN y en el ámbito político regional.

Su salida se concretó con una escueta y muy mal redactada carta de renuncia donde explica no compartir la forma en que se conduce la dirigencia, pero que deja en la orfandad (¡y de qué tamaño!) a sus fieles seguidores al interior del partido de quien no se sabe si se van o se quedan a sufrir las consecuencias de una salida, que aunque se niegue, tiene motivos electorales al declarar que seguirá apoyando proyectos políticos desde una trinchera ciudadana pero, evidentemente, contrarios a su partido de origen. Por ello me pregunto: ¿Dónde queda la congruencia con los principios que decía tener y representar con Acción Nacional? ¿Dónde queda la ética política mínima con quien te ha formado tanto en tu desarrollo profesional? ¿Dónde están los agravios o incomodidades de un partido que te ha dado influencia, posiciones, oportunidades, aceptación, poder?

No, no lo entiendo. Y nadie, ni el autor, lo explica a detalle, o no es completamente sincero en sus pretensiones futuras. Se vale, pero no se entiende.

La decisión de Jorge tira por la borda todo su trabajo anterior en una organización en la que como persona, tenía un nombre y un prestigio. Ya se escucharon muchas voces que lamentan su salida del PAN pero también de aquellas que desde el partido en el gobierno, cuestionan que se cambie de bando, cuando siempre ha sido un opositor de la misma en forma abierta y pública.

Lo que estoy convencido es que lo mejor que le puede pasar en este momento histórico a una institución como el PAN, es que se vaya quien no le interesa serle fiel al mismo. Este es el caso. Ojalá que algunos más que no han entendido que esta elección hay que hay ir por “todas las canicas” y no solo por las “murusas”, también salgan y dejen el espacio para que caras nuevas al interior y el exterior sigan reconstruyendo una organización que ha sido pilar en la construcción de nuestro Estado. Adiós, Jorge, que te vaya bien en tu nueva encomienda (si es que la hay), aunque muchos que algún día confiamos en tus decisiones, estemos muy decepcionados de tu nuevo posicionamiento.

*- El autor es empresario, turistólogo y un enamorado de su ciudad.

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