La hazaña del Frente Amplio

Hace apenas tres meses quienes nos consideramos hartos y decepcionados de una transformación gubernamental que no llegó, quienes estamos en contra de un montón de políticas públicas fallidas, quienes teníamos perdida la esperanza de el siguiente sexenio no continuará con la división de los mexicanos, vemos hoy una luz fuerte y brillante al final del túnel.

Se conformó, con más de 500 organizaciones de la sociedad civil y tres de los cuatro partidos opositores, un Frente Amplio por México que lanzó una convocatoria inédita: que los ciudadanos con nuestras firmas de apoyo, con nuestra participación en un encuesta y con voto directo, decidiéramos a un coordinador del Frente que eventualmente encabece una candidatura presidencial.

El resultado, para mi gusto, es toda una hazaña.

A muchos que nos gusta la política solo estábamos resignados a que Morena definiera a su candidato para saber quién sería el próximo titular de la Presidencia de la República y se continuará con el fracaso evidente que ha resultado este “gobierno”. Hoy eso es diferente, muy diferente.

Irrumpieron en este proceso, con una fuerza inusitada, políticos “tradicionales” de partidos, pero también de la sociedad civil, aspirantes que impulsaron la participación de la sociedad que terminó decantándose por la senadora Xóchitl Gálvez como la persona idónea para tener muy claro que la oposición hoy tenemos con quien disputar seriamente la primera magistratura.

Del desánimo generalizado de hace 90 días, hoy hemos renovado la esperanza de que hay con quien, que tenemos con qué y que podemos y vamos a dar una gran batalla para lograr la victoria.

Faltan 9 meses para la elección y ya nos podemos organizar para convencer a 75 millones de mexicanos que no votaron la pasada elección del 2021 por el partido en el poder.

Que si bien la “base de votos pro-gubernamental” anda alrededor de 20 millones, somos mas, muchos mas, los que no comulgamos con la idea de continuar con un gobierno de muy pocos aciertos y muchísimos errores y muchísima destrucción.

Podrán seguir usando ilegalmente los programas sociales para presionar a los más pobres a que voten por ellos mediante amenazas como ya está comprobado en BC, pero hoy las cosas son distintas: hay tiro para el 2024 y podemos ganarles. Construyamos algo distinto sin añorar el pasado (que tampoco nos gusta del todo). Hay una oportunidad histórica que no debemos desperdiciar.

*- El autor es empresario, turistólogo y un enamorado de su ciudad.