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Leyendas de las canchas que se llevó el río

El candidato del PAN/PRI/PRD, para la Alcaldía de Tijuana, Jorge Ramos Hernández, se quitó el estigma de “predicador” y levantó la voz para defenderse por el tema de las famosas canchas que se llevó el Río Tijuana.

El candidato del PAN/PRI/PRD, para la Alcaldía de Tijuana, Jorge Ramos Hernández, se quitó el estigma de “predicador” y levantó la voz para defenderse por el tema de las famosas canchas que se llevó el Río Tijuana. Primero que nada, voy a recordarles este asunto a quienes no vivían en la ciudad en aquellos años en que fuimos burla nacional por semejante asunto tan embarazoso. Ocurrió que al Ayuntamiento de Tijuana un constructor le presentó un proyecto para instalar canchas de futbol desmontables, justo dentro del cauce del río. Aunque parezca descabellado, este tipo de instalaciones funcionan de maravilla en ciudades como Monterrey, por ejemplo, ya que el césped artificial, porterías y demás instalaciones deportivas, se pueden levantar y colocar sencillamente en otra parte. Hasta aquí todo iba bien pero… Exactamente el día que las instalaron, comenzó a llover, la corriente creció y el contratista no alcanzó a desmontarlas a tiempo, por lo que la fuerza del agua, desbarató y se llevó el proyecto en unos minutos.Tal como lo leen, ¡no duraron ni un día las famosas canchitas!

Excuso recordar que el entonces Alcalde, Jorge Ramos, recibió críticas y reclamos de todos lados. La ciudadanía se sentía indignada por semejante pifia. Unos decían y siguen diciendo, que el río se llevó más de cien millones de pesos, otros que no tanto, que sólo eran 14 milloncitos (así en diminutivo para que sonara menos escandaloso) y el presidente municipal, no atendió el asunto, de hecho lo desestimó y se concentró en temas de seguridad sin que jamás nos quedara claro cuánto nos costó como ciudadanos el chistecito.

Ahora me tocó entrevistarlo sobre este penoso asunto y su respuesta fue aguerrida, sonora y directa. Esta vez no minimizó el asunto y asílo resumió: “Fueron los cien mil pesos más caros que no pagó Tijuana”. Ramos asegura que entre maderas, botes de pintura, postres y láminas de triplay, no fueron más de cien mil pesos los que se llevó el río y más importante aún fue el hecho de que toda vez que la responsabilidad de desmontar las canchas era del contratista y no lo hizo, entonces fue él quien tuvo que perder dicha inversión, es decir que los cien mil varos que se fueron flotando, le costaron a un particular y no a la ciudad. A pesar de la explicación, muchos le siguen reclamando en redes al ex alcalde con la frase: “¿y las canchas Jorge?”

Yo no voy a tomar partido ni defender un asunto que a mí me parece más anécdota de Franco Escamilla, que una verdadera noticia. Sin embargo, si esta es la verdad, invito al constructor de dicha obra que le vante la voz y si Ramos miente, que lo exhiba por favor.

*El autor es graduado de la licenciatura en Derecho de la UABC, escritor y conductor de radio.

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