Identifican cuatro cambios en el ADN ligados a la homosexualidad
Para algunas personas, la elección de una pareja del mismo sexo puede estar escrita en su ADN, esta ha sido la principal conclusión de un gran estudio con más de 490.000 hombres y mujeres en los Estados Unidos, Reino Unido y Suecia.
Teniendo en cuenta que nuestro comportamiento sexual está influido por multitud de factores, tanto ambientales como genéticos, los investigadores han descubierto cuatro variantes genéticas que ocurren con mayor frecuencia en personas con parejas sexuales del mismo sexo.
Dos de las variantes eran específicas de la elección de pareja sexual relativa únicamente a los hombres; las otros dos influyen en la elección de pareja sexual tanto para hombres como para mujeres, indica Muy Interesante.
En conjunto, las diferencias de ADN explicaron solo del 8 al 12% de la heredabilidad de tener parejas del mismo sexo. "No hay un gen gay, pero la no heterosexualidad está influenciada por muchos factores genéticos de pequeño efecto", explicó Andrea Ganna, genetista del Broad Institute en el MIT en la reunión de la American Society of Human Genetics.
El nuevo estudio es un avance sobre los intentos anteriores de encontrar "genes gays". Y la principal ventaja de este estudio es la magnitud de la muestra. Se trata de cientos de miles de voluntarios.
Concretamente, los investigadores examinaron los datos de ADN de más de 400.000 participantes en el Biobanco de los EE. UU. y de más de 69.000 personas a quienes se les realizó una prueba de ADN por parte de la compañía privada que opera en el campo del diagnóstico genético, 23andMe.
Todos aquellos participantes que proporcionaron sus datos de ADN a esos proyectos de investigación también respondieron a una batería de preguntas, incluidas algunas sobre si alguna vez tuvieron una pareja del mismo sexo y cuántas parejas sexuales habían tenido hasta ese momento.
Los hallazgos se replicaron con datos de otros tres estudios, incluido uno de Suecia.
Las conclusiones de estudios tan grandes como este tienen más probabilidades de ser replicadas que los pequeños estudios hechos en el pasado.
Los estudios genéticos de orientación sexual previos, también pueden haber sufrido sesgos porque dependían de voluntarios. Las personas que se ofrecen a participar en un estudio, sin ser seleccionadas al azar, pueden no reflejar a la población general.
Pese a que este estudio incluye tanto a hombres como a mujeres y la muestra es lo suficientemente significativa, no aborda la atracción de las personas hacia los miembros del mismo sexo.
Algunas personas que han tenido relaciones sexuales con una pareja del mismo sexo no se consideran homosexuales y no se sienten atraídas exclusivamente por personas del mismo sexo.
¿Ha tenido sexo con alguien del mismo género alguna vez?
Andrea Ganna y su equipo encontraron que los hombres que afirmaron haber tenido parejas del mismo sexo, tendían a ser más exclusivamente homosexuales que las mujeres.
Pero las personas de ambos sexos abarcaban toda la gama de orientaciones sexuales. Por ejemplo, en el conjunto de datos del Biobanco de los EE. UU., las personas más jóvenes tenían parejas del mismo sexo con más frecuencia que las personas mayores, probablemente porque la actividad homosexual fue ilegal en Reino Unido hasta 1967.
Esta es la primera diferencia de ADN relacionada con la orientación sexual femenina.
Los resultados son consistentes con estudios previos que sugieren que la genética puede jugar un papel más importante en la influencia de la sexualidad masculina que en la sexualidad femenina.
No es inusual que un solo sexo de una especie sea más fluido en su sexualidad, eligiendo parejas de ambos sexos, explica la psicóloga Lisa Diamond, que no participó en el estudio. Para los humanos, la sexualidad masculina puede estar más estrechamente vinculada a los genes.
Pero eso no significa que los genes controlen el comportamiento u orientación sexual. "La sexualidad del mismo sexo parece estar influenciada genéticamente, pero no determinada genéticamente", dice Diamond. "Este no es el único fenómeno humano complejo para el que vemos una influencia genética sin tener una gran comprensión de cómo funciona".
Otras conductas humanas complejas, como fumar, beber alcohol, la personalidad e incluso la satisfacción laboral, tienen algún componente genético.
Investigaciones anteriores habían sugerido que los genes que influyen en la orientación sexual estaban ubicados en el cromosoma X, pero los investigadores del actual estudio no encontraron evidencia de que el cromosoma X estuviera involucrado en la elección de la pareja.
En cambio, sí encontraron
genéticas conocidas como polimorfismos de un solo nucleótido o SNP, ubicados en otros cuatro cromosomas.
Los SNP son manchas que ocurren naturalmente en el ADN, donde algunas personas tienen una base de ADN o una letra, y otras personas tienen otra. Las variantes no cambiaron ningún gen, pero se encontraron cerca de algunos genes que pueden estar involucrados.
Por ejemplo, una variante en el cromosoma 15 vinculada a hombres que tienen relaciones sexuales con hombres también se asocia con la calvicie de patrón masculino. Otra variante en el estudio está cerca del gen ORA51A en el cromosoma 11, que está relacionado con la capacidad de oler ciertos químicos.
Esto es interesante porque el olor se ha relacionado con la atracción en el pasado. Los investigadores aún no saben exactamente qué genes están involucrados en la elección de pareja o exactamente cómo influyen en el comportamiento pero se trata de un gran paso.
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