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El Imparcial / Sonora / Congreso del Estado de Sonora

¿Qué es la Ley de Voluntad Anticipada?

Pacientes con enfermedades terminales podrán decidir si continúan o no con sus tratamientos

SONORA.- Para que quienes padezcan enfermedades terminales puedan decidir continuar o no con un tratamiento médico, el Congreso del Estado de Sonora aprobó la Ley de Voluntad Anticipada.

La Ley impulsada por el diputado Martín Matrecitos consiste en que una persona, en cualquier etapa de su vida, manifieste ante un notario público que desea suspender o no recibir un tratamiento médico cuando no sea posible recuperar la salud física.

En casos de enfermedades como cáncer en etapa terminal, podrán decidir no continuar con su tratamiento y el Estado deberá garantizar los cuidados paliativos para que tenga una muerte digna, como disminución de dolor.

En el decreto de la Ley se establece que “representa una acción positiva en favor del gobernado, desde el punto de vista de la autodeterminación de la voluntad de las personas para, de manera expresa, libre e informada, decidir sobre la posibilidad de recibir o no atención médica, cuando esta tenga la finalidad de extender la vida de manera innecesaria a sabiendas de que, de manera natural, resulte imposible conservarla”.

Además señala que bajo ninguna circunstancia se debe confundir con la eutanasia o suicidio asistido, que consiste en adelantar la muerte de las personas o recibir medicamentos recetados para ello.

En esta Ley los ciudadanos deberán indicar si desean o no donar sus órganos, además de nombrar a un responsable de su salud.

En México hay nueve estados que ya cuentan con una Ley de Voluntad Anticipada, tales como Aguascalientes, Colima, Estado de México, Guanajuato, Michoacán, Hidalgo, Oaxaca, Veracruz y Yucatán.

¿NECESITARÁ ABOGADO?

Quienes requieran de hacer uso de esta ley no requieren de alguna asesoría legal, pues sólo es necesario que lo haga por escrito y a través de un notario, explicó el presidente de la Barra Sonorense de Abogados.

Héctor Contreras señaló que esta ley faculta a un paciente que esté bajo estas circunstancias donde su enfermedad se encuentra en etapa terminal, pueda manifestar su voluntad de manera clara.

ES UN DERECHO, AFIRMA

“Es una ley que no viola ninguna disposición, que no va en contra de ninguna normatividad”, dijo, “porque el derecho a decidir sobre su salud, sobre su sufrimiento, le corresponde al paciente”.

Señaló que esta es una ley de avanzada donde permitirá a los pacientes en etapa terminal puedan decidir no continuar con un tratamiento.

“Un paciente que esté diagnosticado donde su esperanza de vida no es más de seis meses, tiene la plena facultad de tomar una decisión de este tipo, no se requiere de ninguna autorización de tipo legal, simplemente se requiere la voluntad de que el paciente así lo establece en un documento donde él lo hace del conocimiento del médico, del hospital”, recalcó.

NADA POR ENCIMA DE LA VIDA

Para la Iglesia Católica ningún derecho está por encima de la vida, pero se deben de analizar cada uno de los casos para evitar caer en el encarnizamiento terapéutico, explicó el padre Daniel Millán.

El padre, quien es además de licenciado en Bioética, explicó que el encarnizamiento terapéutico es lo contrario a la eutanasia, es decir que se lleguen a tratamientos extremos que pueden ser invasivos para el paciente con tal de mantenerlo con vida.

“Para que haya libertad, capacidad de elegir, cualquier otro derecho, necesitamos el derecho de la vida, por eso la Iglesia lo ve como un valor fundamental promover a custodiar y velar por el, desde la Iglesia proponemos un itinerario de acciones de actividades que verdaderamente favorezcan el desarrollo de la vida”, dijo.

“En este tema, si bien es cierto, puede utilizarse como estandarte la idea de no caer en el encarnizamiento terapéutico, tenemos que afirmar que para que exista la voluntad anticipada tiene que existir la vida, por lo tanto no puede estar este derecho por encima de la vida”, destacó.

Para ello no se debe caer en dos extremos, en el encarnizamiento terapéutico, pero tampoco en eutanasia que vela por una ‘muerte digna’ al desfavorecer el valor de la vida.

HAY DESCONOCIMIENTO

En un sondeo realizado a ciudadanos en el Centro de la ciudad, de doce personas entrevistadas, únicamente dos mencionaron conocer un poco sobre lo que significa la Ley de Voluntad Anticipada.

Lo más mencionado fue la confusión entre la voluntad anticipada o el suicidio asistido y la mayoría respondió que estaría en desacuerdo.

Octavio Martínez, uno de los entrevistados, expresó que él estaría de acuerdo, en dado caso de que tuviera una enfermedad terminal, expresar su voluntad de no continuar con un tratamiento.

“Uno a veces es egoísta y piensa si me pasa a mí, sí lo haría”, externó, “pero si le pasa a un familiar y esa fuera su decisión, está difícil aceptarlo”.

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