Protestan en Congreso por la “Ley Olimpia”

En medio de protestas y manifestaciones de parte de organizaciones de mujeres que terminaron en daños al inmueble, el Congreso del Estado discutió ayer la llamada “Ley Olimpia”, misma que no se aprobó y los diputados decidieron enviar el dictamen a segunda lectura.

Los legisladores estaban citados a las 10:00 horas pero iniciaron en forma accidentada 45 minutos más tarde; mientras por fuera del recinto un grupo de mujeres realizaba una protesta y exigía entrar para seguir la discusión.

En tanto se leía el dictamen por parte del diputado Luis Armando Alcalá, tres de sus compañeras, María Dolores del Río, Rosa María Mancha Ornelas y Miroslava Luján, gritaban desde sus curules pidiendo que fuera analizada nuevamente y que se escuchara a quienes se oponían.

Las legisladoras pidieron una y otra vez se atendiera a Olimpia Coral Melo, impulsora de la ley a nivel nacional, quien exigió se desechara el dictamen, ya que dice presenta deficiencias que llevarían a penalizar a las mismas mujeres.

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Y terminada la lectura de reformas a los códigos Penal y Civil, así como de la leyes Estatal de Responsabilidades y de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, el diputado Eduardo Urbina Lucero, presidente de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos, pidió enviar el dictamen a una segunda lectura para escuchar a los inconformes.

El diputado explicó que ya como dictamen no se le pueden realizar modificaciones en las comisiones, sino que tendría que ser en el Pleno, en una segunda lectura.

LA PROTESTA

Cerca de las 09:00 horas del día de ayer un grupo de mujeres que portaban el tradicional pañuelo verde y morado se empezó a manifestar por fuera del Congreso de Sonora y conforme transcurría la mañana se elevaban la protesta.

Primero salieron al bulevar Rosales y Tehuantepec, ahí obstruyeron el tráfico por unos minutos y después acudieron al portón del estacionamiento del poder legislativo para manifestarse, por momentos lo golpearon.

A esta acción se sumaron más, mientras solicitaban a la prensa no grabar los rostros. Las féminas derribaron uno de los vidrios de la puerta y entraron. Ya en el interior siguieron causando destrozos y tratando de levantar una puerta de acero.

De pronto una voz se escuchó de más adentro del edificio, detrás de la puerta de acero. Resultó ser una compañera de las manifestantes, pedía auxilio, aseguraba que la lastimaban.

Las mujeres tuvieron que abandonar el recinto luego de llenarse de humo, producto de la activación de un exintor.