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El Imparcial / Sonora / General Álvaro Obregón

Plan de Agua Prieta, un hito que cambió el rumbo del País

En una esquina de Agua Prieta, en un café donde hoy sólo prevalece el abandono, varios sonorenses reacios, entre otros, cambiaron el rumbo del País que no hacía mucho había vivido una Revolución.

En ese rincón de la pequeña frontera, hace 98 años, los sonorenses se proclamaron contra la sucesión presidencial, la adjudicación federal de las aguas del Río Sonora y la pretendida invasión a la soberanía del Estado.

Los generales Álvaro Obregón, Abelardo L. Rodríguez, Benjamín Hill y Plutarco Elías Calles se cuentan entre los sonorenses que participaron en la elaboración de este documento.

Los reclamos se hicieron uno con el Plan de Agua Prieta, donde se desconocía a Venustiano Carranza como Presidente de la República y a los Gobernadores de varios Estados.

También se convocaba a los gobernadores a que se adhirieran al movimiento; se designaba además a Adolfo de la Huerta como jefe supremo del Ejército Liberal Constitucionalista y se establecía que al triunfo de la causa se convocaría a elecciones.

La ciudad de Agua Prieta fue electa como el escenario para la firma de este plan, mencionó el cronista de la ciudad Juan Valente Rivera Aguirre, debido a que era uno de los lugares favoritos del general Plutarco Elías Calles.

En esta frontera el general fue comisario y aquí se decidió que se elaborara el Plan de Agua Prieta, que tenía como interés fundamental desconocer al entonces Presidente de la República, Venustiano Carranza.

Aunque fue mucho más allá, consideró Rivera Aguirre, ya que de alguna manera marcó un rumbo para el País, porque todos los gobiernos sucesores fueron hijos del Plan de Agua Prieta.

Un factor determinante para que se gestara el Plan de Agua Prieta, fue el intento de imponer a un sucesor para la Presidencia de la República.

"En un acto totalmente antidemocrático, el Gobierno trató de nulificar las pretensiones políticas de un grupo de ciudadanos mexicanos, entre los más destacados Pablo González y Álvaro Obregón", relató Rivera Aguirre.

Como los dos candidatos más fuertes eran militares, Carranza pactó con el General Pablo González con el propósito de que éste apoyara a Ignacio Bonillas, indicó Rivera Aguirre.

"Entonces Pablo González le dijo que no, que sí renunciaba pero que cambiara de candidato, que el candidato fuera el doctor Luis G. Cervantes, un poquito más conocido que Bonillas y amigo de los dos", afirmó.

Venustiano Carranza aceptó, pero cuando iba a recibir a Luis G. Cervantes para ponerse de acuerdo, Luis Cabrera lo convenció de que no cambiara de candidato.

"El 31 de enero se anuncia el arribo de Bonillas a México, vivía en Washington, era el Embajador, se anuncia el arribo de Bonillas a México, entonces Plutarco Elías Calles que era secretario de Industria, Comercio y Trabajo en el gabinete de Carranza renunció y se vino a Sonora", abundó.

La popularidad de Obregón crecía y las adhesiones también, entonces Carranza pretendió ponerlo preso, pero éste logró escapar disfrazado de ferrocarrilero, con la ayuda de un trabajador del Ferrocarril.

"Y las adhesiones seguían creciendo, entonces el Presidente empezó a ejercer presión sobre Sonora y declaró que las aguas del Río Sonora dejaran de ser estatales para convertirse en federales", dijo el cronista de la ciudad.

Sonora no permitiría que violaran su soberanía, relató Juan Valente Rivera Aguirre, por lo que Plutarco Elías Calles se fue a su rincón favorito del País: Agua Prieta, donde él había sido comisario.

Entonces fue en esta frontera donde un 23 de abril de 1920 proclamó el Plan de Agua Prieta, expresó el cronista de la ciudad.

Así fue como con un documento varios sonorenses y otros aliados lograron cambiar el rumbo que estaba por tomar el País.

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