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El Imparcial / Sonora / Coronavirus en Sonora

Etapa del “desconfinamiento”, debe ser gradual y cuidadosa

Expertos recomiendan no bajar la guardia y continuar con las medidas de prevención 

CIUDAD DE MÉXICO (GH).- En España se le ha bautizado como “la desescalada” y en México “el desconfinamiento” o la “reactivación”. Al final los términos se utilizan para darle nombre al retiro de las medidas de mitigación y del confinamiento para hacer frente a la enfermedad que ha infectado a casi 5 millones de personas en el mundo, con una tasa de letalidad de 6.7%: Coronavirus.

En México se analiza ya el desconfinamiento previsto para el 1 de junio y se revisan las medidas que han tomado otros países que se encuentran en la fase de reapertura.



Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, habla a diario del desconfinamiento para México y de que Covid-19 lleva a replantearse una “nueva normalidad”, pues “no hay ninguna garantía de que los países no puedan tener un retorno de la enfermedad”.



Epidemiólogos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Tec-Salud coincidieron en que al levantarse el confinamiento en México algo le debe quedar muy claro a la población: No se volverá a esa normalidad que se conocía antes de Covid-19.

Esto hasta que haya una vacuna o se logre la "inmunidad de rebaño".



“Hasta que no haya vacunas, un gran porcentaje de la población nos vamos a infectar. Lo que se busca es que alcancen los hospitales y que para abrir, supongo que están calculando el número de pacientes que tienen que tener, pero no nos podemos confiar”, dijo en entrevista con Grupo Healy Alfonso Vallejos Parás, académico del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM.



Vallejos Parás explicó que las medidas de distanciamiento social han sido pensadas para que no haya muchos casos al mismo tiempo.



“Casi casi es inevitable no contagiarse en algún momento del tiempo”, pues el virus es muy difícil de contener y México tiene un enorme reto enfrente: Lograr que la Ciudad de México, conocida por su hacinamiento, logre contener los contagios una vez levantada la continencia.



Además que en aquellos estados y municipios que hoy han logrado controlar el número de contagios y que incluso tienen cero infectados, no repunten en los casos.



“Si algún Municipio, Estado, tiene pocos casos, va haber un incremento y la intensidad depende de las medidas de distanciamiento social que sigan prevaleciendo o de estas medidas que tenemos que aprender para vivir en esta nueva normalidad”, expuso.



Las medidas de mitigación que México emprendió y que, a decir del Gobierno federal han funcionado para “aplanar la curva”, han servido también para “ganar tiempo”.



“Conviene no infectarse ahorita, por dos cosas: Una podría haber una vacuna; otra, sí puede haber un medicamento que ayude aunque no haya un tratamiento específico… estamos ganando tiempo”, afirmó.



Michel Martínez, líder de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica del Tec Salud, coincidió con el epidemiológico de la UNAM.



“La vida como la conocíamos no va a ser igual, hasta que haya dos cosas: O una vacuna que tenga una efectividad por encima del 85 y 90% de tal forma que la gente genere su propia inundad para que el 10% restante genere una inmunidad de rebaño, o tener un medicamento que sea efectivo contra el virus”, indicó.



“Hasta que no haya una de estas opciones, no vamos a poder tener la vida como la conocíamos antes”.



¿CÓMO SERÁ EL DESCONFINAMIENTO EN MÉXICO?

En España “la desescalada” se prevé en cuatro fases que se extienden del 4 de mayo al 8 de junio: de la fase cero, considerada de preparación, a la tres.

La fase cero arrancó el 4 de mayo. Los españoles tuvieron horarios para salir a la calle en la “nueva normalidad” en un periodo que se extendió hasta el 11 de mayo.

Por ejemplo, de las 6:00 a las 10:00 horas salían los mayores de 14 años a caminar y hacer deporte, pero de las 10:00 a 12:00 horas los mayores de 70 años y las personas dependientes. De 12:00 a 19:00 horas los menores acompañados de un adulto.

La “desescalada” en España se dará por regiones y cada una de las fases tiene un objetivo distinto. Por ejemplo, la Fase 1, que arrancó apenas el 11 de mayo, el inicio parcial de ciertas actividades como la visita a familiares y la reunión de hasta 10 personas; la Fase 2, la apertura de locales, pero con limitación de su aforo; y en la Fase 3, considerada ya avanzada, se prevé una movilidad generalizada.



Y aunque en estos momentos ya España se encuentra en la fase 1, hay provincias que se quedaron en la fase cero, mientras que el gobierno español pidió extender primero 15 días el estado de alarma decretado el 14 de marzo y ayer consiguió una prórroga para extender la medida hasta el 6 de junio.



En contraste en Estados Unidos, el vecino del Norte de México, el presidente Donald Trump busca reactivar lo más pronto la economía, aunque en el intento haya más muertes y contagios por coronavirus.



En Texas, por ejemplo el Gobernador Greg Abbott permitió la reapertura de cines y negocios desde el 1 de mayo, lo que provocó un incremento de casos de Covid-19 y generó preocupación del lado mexicano.



Nuevo León, ejemplo a seguir



Martínez se refiere a Nuevo León, entidad que a diferencia de la Ciudad de México que se encuentra en el pico de sus contagios y de ocupación hospitalaria, ha logrado mitigar el contagio con medidas restrictivas.



De la misma forma que lo ha logrado Sonora, Jalisco y otras entidades con una incidencia de contagios menor a la de los doce estados considerados por el Gobierno federal como prioritarios.

Por ello, explicó el epidemiólogo, la reapertura o e desconfinamiento debe ser desfasada y de forma escalonada en el País.



“Debe ser sectorizado por regiones y hacerlo gradualmente. Abrir en primera instancia la industria y hablar con los empresarios para que el ingreso de sus trabajadores sea escalonado. Es una política que ha funcionado en países europeos como Austria y Noruega”, añadió.



La actividad cultural y de ocio debe seguir con restricciones. La industria restaurantera limitar su servicio a 40 ó 50 comensales.



Las universidades podrían concluir con su semestre en línea y los cines (con una butaca ocupada y dos desocupadas), festivales, conciertos, antros y bares deberían abrir hasta después de agosto.



Martínez explicó que el “segundo pico” o la “segunda ola” de la infección dependerá de qué tan rápido se abra el País.



“Si los vuelos comerciales aumentan, esto puede ser tan pronto como a finales de junio, principios de julio”, estima.



CURVA DE MÉXICO NO SE PUEDE COMPARAR

Los epidemiólogos destacaron la importancia de tener clara la intensidad de la epidemia en el País para la toma de decisiones aplicables para las próximas semanas.



Aunque las autoridades mexicanas afirmaron que los contagios en México se duplican cada seis días al comparar la curva epidémica con otros países, los epidemiólogos coincidieron en que no es preciso comparar el ritmo de los contagios porque en México se realizan pocas pruebas.



“Entre los países no se pueden comparar, dado que el número de muestras no es igual”, dijo Vallejos Parás.



El académico consideró que México debería haber realizado más pruebas, para ampliar la probabilidad de detectar a los casos positivos.



Michel Martinez añadió que el método centinela que se usa en México para medir la intensidad de la pandemia de Covid-19 es correcta para las primeras fases, pero para la fase 3 “ya no corresponde”, pero las autoridades mexicanas han sostenido la utilidad de la metodología que se utiliza.



¿Qué hacer en el desconfinamiento?

No nos podemos confiar. No se volverá a la normalidad que se conocía. Habrá una “nueva normalidad”. Covid-19 seguirá igual de letal para junio y todo el año.

Si adultos mayores se contagian el riesgo de agravarse o morir será el mismo que al inicio

de la pandemia.

El peligro de contagio estará hasta que haya una vacuna o se alcance la “inmunidad de rebaño”. Se debe seguir guardando la Sana Distancia (dos metros de preferencia).

No se debe tocar cara, ojos, nariz y deben lavarse las manos continuamente.

Se deben seguir usando cubrebocas. No asistir a sitios concurridos.



Estornudo de etiqueta debe continuar (cubrirse con el codo al estornudar).

No abrazarse ni besarse hasta que haya una vacuna.

Fuente: Expertos consultados



“Hasta que no haya vacunas, un gran porcentaje de la población nos vamos a infectar. Lo que se busca es que alcancen los hospitales y que para abrir, supongo que están calculando el número de pacientes que tienen que tener, pero no nos podemos confiar”, Alfonso Vallejos Parás, académico del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM.

“La vida como la conocíamos no va a ser igual, hasta que haya dos cosas: o una vacuna que tenga una efectividad por encima del 85 y 90% de tal forma que la gente genere su propia inundad para que el 10% restante genere una inmunidad de rebaño, o tener un medicamento que sea efectivo contra el virus”, Michel Martínez, líder de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica del Tec Salud.

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