Dejan guarijíos su tierra en busca de oportunidades
Alrededor de 100 miembros de esta etnia se han establecido en el municipio de Etchojoa, donde luchan por salir adelante.

NAVOJOA, Sonora.- El hambre, la falta de atención médica, el desempleo y el rezago educativo en las comunidades guarijías del municipio de Álamos están obligando a indígenas de dicha etnia a emigrar a otros municipios del Estado como Etchojoa.
En la colonia ampliación Salvador Valenzuela, de Etchojoa, se encuentra una comunidad de alrededor de 100 guarijios que, aunque viven en casas de cartón, hule negro y en condiciones precarias, esta situación es mejor que la realidad que vivían en sus comunidades, manifestó Bernardina Buitimea.
La mujer de 50 años de edad, originaria de Rancho Nuevo, ubicado a unos 70 kilómetros de la cabecera municipal de Álamos y donde sólo hay siete habitantes, manifestó que algunas personas mueren camino a la ciudad en busca de atención médica.
"Yo me vine de Rancho Nuevo a Etchojoa hace algunos años porque lo que se vive allá (en la comunidad guarijía) es una tristeza, en las casas no hay nada, no hay doctores, ni medicina ni carreteras", abundó.
En Etchojoa, que es uno de los municipios más pobres de Sonora, encontró trabajo en una maquila, apuntó, y con un sueldo de 600 pesos a la semana, la madre soltera saca adelante a sus tres hijos y a su abuelo.
"Todos los que bajamos de allá tenemos en mente volver algún día, pero urge una carretera, nuestros pueblos están olvidados", enfatizó.
HOY ESTUDIA Y TRABAJA
Jerónimo Rodríguez, un joven guarijío de 24 años de edad, emigró de Mesa Colorada, ubicada a 84 kilómetros de Álamos y se fue a Etchojoa, donde ahora estudia y trabaja, oportunidades que reconoció no encontraría en su lugar de origen.
Lo que pedimos es que volteen a ver a nuestros pueblos guarijíos porque allá se necesitan muchos apoyos, ayuda de los gobiernos, porque hay muchas personas que viven en la marginación.
"Esto no es un anuncio político, me gustaría que lo vieran de una manera diferente, que vieran la situación que estamos viviendo allá, se me hace injusto que nos dejen abandonados en la marginación", expresó.
Yolanda Macario Rodríguez, de 24 años de edad, originaria de la comunidad de Mesa Colorada, la más poblada de los guarijíos, es una de las mujeres indígenas que encontró en Etchojoa mejores oportunidades que en su pueblo.
"Cuando alguien se enferma tiene que bajar a la ciudad en carro, si consiguen, y si no bajan caminando o en bestia (burro o caballo)", puntualizó.
FALTAN MÉDICOS
La falta de servicios de salud en algunas comunidades guarijías se debe a la falta de médicos que cubran dichas plazas y a la lejanía de esos pueblos, reconoció Karina Pérez Pérez, presidenta del Colegio de Médicos Sur Sonora.
"Creo que lo lejano de las localidades es lo que hace el difícil acceso; se ha intentado cubrir estas plazas, pero a veces no se logra o no se tiene el número suficiente de médicos para que se desplacen a esos lugares", añadió.
Aunque no precisó el déficit de médicos, aseveró que se trata de cubrir el mayor número de poblados.
"Tratamos de cubrir el mayor número de requerimientos posibles, pero dependerá del número de plazas que se puedan asignar y finalmente no podemos decir que están más necesitadas que otras, creo que la salud se necesita en todos lados", apuntó.
MIGRACIÓN ES COMÚN
En el municipio de Álamos existe una población de unos 2 mil guarijíos, distribuidos en las comunidades de Mesa Colorada, Guajaray, Bavícora, Burapaco, Rancho Nuevo, Los, Estrados, Colonia Makurawe y Los Bajíos, indicó Secundino Amarillas, encargado del Centro Coordinado del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) en Etchojoa.
"Esta etnia se ha mantenido, se pensaba que su población había disminuido, pero se debe a que en temporadas bajan a otros municipios en busca de trabajo y regresan a sus comunidades en diciembre", explicó.
En el Sur de Sonora, específicamente en la región del Mayo, los guarijíos encuentran trabajo en los campos agrícolas y en algunas maquilas, añadió.
"En Etchojoa hay poco más de nueve familias de guarijios, en Pueblo Nuevo de Navojoa podemos encontrar más", subrayó Amarillas, "también emigran a las costas de Hermosillo".
Este pueblo indígena también tiene presencia en Chihuahua, dijo, y su lengua materna es macurawe guarijío; su economía se basa en la crianza de algunos animales como borregos.
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