Andan sin protección y sin aparente temor a pandemia del Covid-19
En algunas ciudades no admiten a personas en situación de calle en albergues, y en otras se han cerrado los comedores donde solían alimentarse<br />

“No sé nada de esa enfermedad, porque no veo tele ni veo noticias. mis amigos me dijeron que es un virus que mata y que anda en todos lados, pero no sé más”.
Mario “El Flaco”,
Persona en situación de calle (Cajeme).
“Afortunadamente no hemos tenido el brote por ese lado, de ellos, o la familia de ellos los está cuidando bien ahorita en este tiempo, me imagino”. Armando Castañeda Sánchez, coordinador de la UMPC en Agua Prieta.
“Con la contingencia sanitaria por el Covid-19 se han suscitado una serie de situaciones difíciles como lo son las personas en situación de calle que no están siendo aceptadas en los albergues de la ciudad”.
César Vélez, director de la UMPC en Nogales.
“Los virus siempre han existido; yo duermo en las banquetas donde escupe la gente y no me enfermo, nunca he visto a ningún enfermo y a ninguno en agonía”.
Ramón “Pura Vida”, persona en situación de calle (Navojoa).
Están solas. Como casi siempre las personas sin hogar vagan por las calles y duermen en cualquier rincón de las ciudades que han elegido para vivir y durante la pandemia del Covid-19 no es la excepción.
Mario, conocido como “El Flaco”, tiene 43 años y desde que recuerda ha vivido en las calles: Habita, mayormente, por fuera del Hospital General de Ciudad Obregón y en la actualidad, por la falta de personas en las calles, a “duras penas” consigue algo para comer.
Platicó que poco entiende del peligroso virus, porque no ve noticias, pero que a veces sus amigos le cuentan lo que está pasando.
“No sé nada de esa enfermedad, porque no veo tele ni veo noticias. Mis amigos me dijeron que es un virus que mata y que anda en todos lados, pero no sé más”, detalló.
Esta situación la viven decenas de indigentes, que por sus condiciones no tienen acceso a la información y solamente se dedican a sobrevivir, a su manera, sin que pareciera importarles si enferman.
La ayuda a las personas en situación de calle en el municipio de Cajeme continúa pese a la contingencia sanitaria, aseguran, sólo que ahora la forma de apoyar a este sector poblacional cambió para protección de todos.
Santiago López Meza, director del DIF Cajeme, explicó que el albergue y las regaderas que ofrecían servicios para indigentes en meses pasados dejaron de funcionar de la forma en que normalmente lo hacían para evitar propagación del Covid-19.
Cuentan con un registro de alrededor de 150 personas en situación de calle ubicados en ciertos puntos como las vías del ferrocarril, el Hospital General, Seguro Social, Puente de la calle 300 y callejones del Centro de la ciudad, a los cuales visitan constantemente para monitorearlos, dijo.
“Ahorita el seguimiento es más personal, vamos a los sitios donde normalmente se juntan, les damos una muda de ropa, comida, les llevamos cubetas adaptadas con agua y jabón para que puedan asearse, atención médica, gel antibacterial...”, subrayó.
Siguen trabajando en conjunto con los comedores comunitarios que están abiertos para que estas personas tengan acceso a alimentos diarios, resaltó.
Aunque han registrado algunos indigentes con sintomatología sospechosa de Covid-19, comentó, ninguno ha resultado positivo hasta el momento.
LIBRES DEL VIRUS
Aunque las personas que viven en la indigencia son población vulnerable, hasta este momento se han mantenido sin contagios en Agua Prieta, indicó el coordinador de la Unidad Municipal de Protección Civil Armando Castañeda Sánchez.
Durante estos dos meses en los que la pandemia de Covid-19 ha afectado al País, explicó, en esta frontera no se ha reportado la necesidad de apoyo o emergencia de personas que viven en indigencia.
“Afortunadamente no hemos tenido el brote por ese lado, de ellos, o la familia de ellos los está cuidando bien ahorita en este tiempo, me imagino”, expresó.
Es muy común en esta frontera, comentó, que los vecinos de donde suelen andar las personas sin hogar reporten alguna de las necesidades de estas personas, según la temporada.
Sin embargo, de marzo a la fecha en Agua Prieta no se han recibido llamados en los que se alerte sobre la necesidad de atención médica para personas en indigencia.
Además, es muy común que las personas sin hogar se resguarden de manera solitaria en lugares no habitados, lo que reduce las posibilidades de contagios.
Lo que sí es que debido a la contingencia se les apoya con alimentación, que es la necesidad que tienen en esta pandemia y en cualquier temporada del año.
NO LOS ADMITEN
Desafortunadamente en ningún albergue de la ciudad se están aceptando indigentes porque representan un peligro de contagio, aseguró el director de la Unidad Municipal de Protección Civil (UMPC) de Nogales, César Vélez.
“Con la contingencia sanitaria por el Covid-19 se han suscitado una serie de situaciones difíciles, como lo son las personas en situación de calle que no están siendo aceptadas en los albergues de la ciudad.
“Además, la gran mayoría de indigentes nunca han aceptado ser trasladados a los refugios y es una situación que siempre se ha vivido y las autoridades estamos impedidas para llevarlos a la fuerza a los albergues”, comentó.
En un recorrido por la ciudad se observó en un predio ubicado en calle Maclovio Herrera a una persona de la tercera edad que vive a la intemperie y que fue vista desayunando moras de un árbol.
El hombre, que dijo llamarse José Pablo Lomelí, de 70 años, mencionó que desde el 7 de mayo de 2019 fue repatriado de Estados Unidos, donde purgó una condena en prisión por homicidio.
“Cuando me repatriaron estuve unos días en el albergue de la Iniciativa Kino, luego en La Roca y otro más, pero ya no quiero regresar a esos lugares, prefiero vivir a la intemperie como estoy desde hace un año.
“En este lugar tengo un mes, mi mayor anhelo es regresar a mi pueblo de San Clemente, Jalisco, allá me sentía libre, andaba por el campo cortando pitayas, guamúchiles, mezquites, quelites, zapotes, albericoques... todo eso”, recordó.
En medio de la contingencia sanitaria, el hombre no tiene zapatos, duerme al aire libre, en el suelo sobre un cartón, se cubre con una cobija y se alimenta gracias a la caridad de las personas.
Días previos a la entrevista fue reportado por locatarios de ese sector, quienes informaban que tenía basura en ese predio y llegaron los policías, quienes indicaron que no podían llevarlo a los albergues porque no estaban recibiendo a personas en condición de calle.
SIN CUIDADOS
Deambulando por las calles, sin las medidas necesarias para protegerse del Covid-19 pasa los días Ramón, mejor conocido como el “Pura Vida”, una persona en condición de calle.
El hombre de 62 años dijo que sobrevive pidiendo alimento en algunos restaurantes o en ocasiones en el comedor comunitario de DIF, pero la situación se complicó con la contingencia sanitaria.
“Los virus siempre han existido, yo duermo en las banquetas donde escupe la gente y no me enfermo”, expresó, “nunca he visto a ningún enfermo y a ninguno en agonía”.
Baudelia Chaparro, directora de DIF Navojoa, señaló que por prevención de contagios el comedor de DIF está cerrado, pero dan alimentos a quien lo solicita.
“Estamos pendientes de las personas indigentes, el comedor de DIF no está funcionando por requerimientos propios de la situación, pero proveemos de alimento a quien se acerca a nosotros y buscamos apoyarles recorriendo la ciudad”, abundó.
Jesús Edmundo Valdez Reyes, jefe de la Unidad Municipal de Protección Civil (UMPC) en Navojoa, dijo que como parte de los operativos al detectar a una persona en situación de calle lo canalizan a Salud Municipal en caso de requerir atención médica.
Don José Pablo, quien vive a la intemperie, fue captado en calle Maclovio Herrera, en Nogales, cortando moras para desayunar.
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