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El Imparcial / Nogales / Historias de vida

Nogales: Max y Monce forman un amistoso trío con su mascota “Palla”

Los hermanitos hallaron al pato cuando estaba chiquito y desde entonces lo cuidan con amor

NOGALES.- La inocencia y nobleza de los niños siempre produce afinidad y buena relación con las mascotas y por lo regular son perros o gatos, pero en esta ocasión para los hermanitos Max y Monce el amor es para su pato de nombre “Palla”.

Fue en un recorrido de EL IMPARCIAL por el sector de la entrada a la colonia La Mesa, donde se observó a los menores que jugaban con su pato en medio de las lagunas y lodazales formados por las lluvias.

Los niños eran cuidados a corta distancia por su mamá, Ruth Duarte, residente de la colonia La Mesa, quien sacó a sus hijos a divertirse entre chapuzones y la compañía del inseparable pato.

La madre mencionó que sus hijos tienen tres perros, un gato y el pato “Palla”, al que encontraron por casualidad cuando el animal se encontraba extraviado durante una caminata que hacían en familia.

Andábamos caminando por la periferia de la colonia y se encontraron al pato, estaba muy chiquito y se lo trajeron a la casa y desde el primer día hicieron lo que se dice ‘química’, hicieron amistad y ahora son inseparables.

“Tenemos tres perros también, entre ellos un Pit Bull y todos protegen mucho al pato, se nota que lo quieren y este (el pato) se comporta como perro, come croquetas y hasta quiere ladrar”, comentó.

Los hermanitos Monce y Max, de 13 y 6 años respectivamente, han estado aprovechando las lluvias para sacar a su pato a los encharcamientos, donde su peculiar mascota se da un festín, pues disfruta de comer renacuajos.

Monce Camarena Duarte, de 13 años de edad, mencionó que justo ese día de diversión el pato “Palla” cumplía un año de vida y que lo habían sacado a que disfrutara del agua.

“A ella, porque es ‘pata’, le gustan las croquetas para perro, el maíz y mucho los renacuajos, por eso la trajimos aquí donde hay muchos por las lluvias que han caído”, comentó.

El niño Max, de tan solo 6 años de edad, dijo que su pato no lo puede regalar, ni vender porque lo quiere mucho.

“No tenga miedo, no le pasa nada, no muerde, nomás si está enojada te muerde, te pellizca, pero no fuerte”, comentó el pequeño.

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