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El Imparcial / Hermosillo / Seguridad

Un buen casco puede ser la diferencia entre la vida y la muerte

Tránsito busca proponer una iniciativa para que la Ley de Tránsito especifique el tipo de cascos que deben utilizarse.

Usar un casco para motociclista que esté certificado y uno que no podría ser la diferencia entre la vida y la muerte al momento de registrarse un accidente, pero la Ley de Tránsito del Estado de Sonora no detalla especificaciones de estos.

La mayoría de los accidentes fatales que ocurren en Hermosillo, en los que el conductor de una motocicleta pierde la vida, ya sea por una caída o choque, se debe a que no usaban casco protector o el que portaban no cumplía con los requerimientos de seguridad adecuados, destacó el director de Tránsito Municipal.

Jesús Alonso Durón Montaño explicó que la Ley de Tránsito obliga al motociclista y a sus acompañantes a utilizar casco al momento de circular en el vehículo, pero no especifica sus características.

Si bien es cierto, las caídas de motociclistas son muy comunes, no necesariamente tienen que terminar en fatalidad y, si así es, es porque muchas personas utilizan mal los cascos o utilizan equipo de seguridad que no tienen la certificación que debe de llevar un casco de seguridad para proteger a las personas.

"Hemos visto a varios motociclistas en la calle con cascos de futbol americano o cascos de esos que usan en las construcciones y la Ley de Tránsito únicamente nos maneja el uso de casco y no nos dice qué tipo de casco, y nosotros no podemos sancionar a esas personas", dijo.

¿QUÉ HACER?

Durón Montaño comentó que el Departamento de Tránsito analiza el tema y busca proponer una iniciativa para que se especifique en la ley el uso de cascos que cuenten con una certificación que garantice la seguridad de los conductores y así evitar tragedias como la del pasado 5 de enero, donde un motociclista perdió la vida en un choque.

"La noche que estábamos en el accidente, observamos que el casco estaba a mucha distancia del conductor y, como este, hay otros accidentes que hemos visto, como los accidentes cuando cayeron en los baches y perdieron la vida.

"La persona que perdió la vida portaba un casco", indicó, "pero era un casco que no está fabricado para dar la seguridad en caso de un accidente a los motociclistas. Los cascos deben de tener una certificación como la certificación DOT, que es muy fácil saber porque traen las siglas en la parte de atrás".

El comandante de Tránsito resaltó que aunque la Ley no exija al usuario portar un casco certificado, todo motociclista tiene que ser responsable de su bienestar y debe de buscar cumplir con todas las medidas de seguridad para evitar fatalidades.

TIPOS DE CERTIFICACIONES

Miguel Ángel Cortés Sotomayor, propietario de un comercio especializado en venta de refacciones y accesorios para motocicletas, explicó que existen dos certificaciones para cascos de motociclistas y la más común es la de origen estadounidense DOT, pero no es la más recomendada.

"La DOT es una certificación, no es que sea chafa, sino que fue la que inició y, como en todo lo que sacan, todo mundo le pone DOT a los cascos, fabrican y se violenta la marca, en cambio, la marca europea ECER, está más controlada y es más estricta con los requerimientos de seguridad.

"Muchos llegan y me dice: ‘Oye, tiene certificación DOT’, pero veo yo los cascos y pues, son económicos, y no sé qué tanto resistirán, pero comparas la calidad de los otros (ECER) y no creo que aguanten tanto, un accidente o algo", señaló.

El experto reconoció que los cascos que cuentan con la certificación europea son más resistentes y están construidos con material de mejor calidad, y los que se recomienda utilizar son los que están fabricados con fibra de carbono, pero son demasiado costosos.

Algunos están hechos de fibra de vidrio, otros son del material que se utiliza para los chalecos antibalas o de plástico, pero la fibra de carbono es lo que más se recomienda", destacó.

Los precios de los cascos DOT varían entre los 800 a los mil 400 pesos, agregó, mientras que los ECER cuestan de 2 mil y hasta los 5 mil pesos, aunque hay algunos modelos que ascienden a los 35 mil pesos, según sea el material.

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