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El Imparcial / Hermosillo / Viviendas de Hermosillo

Trae el rancho a su hogar; es el cowboy de Las Granjas

Son objetos considerados "basura" para un rancho, pero se convierten en una obra de arte en sus manos. 

HERMOSILLO, Sonora.- Enamorado de las noches estrelladas del rancho, el olor a café de talega en las mañanas, los atardeceres ámbar y la vida de campo, Óscar Osorio Robles, un "cowboy" originario de Empalme, Sonora, hizo de su hogar en Hermosillo un verdadero museo de arte vaquero, que él mismo creó con objetos que recolectó en los últimos 10 años.

"Las cosas que ven en la casa las junté en el transcurso de mi trabajo, parecía acumulador, ya después que me retiré y yo mismo me dije ¿qué voy a hacer con ellas?, entonces se me fueron ocurriendo ideas y empecé a armar lo que ven", explicó con una gran sonrisa de satisfacción.

Y por supuesto la sala del hogar no podía quedar excluída; la mesa de centro es un silla de montar.

Mesas hechas con ruedas de carreta, espejos formados con el yugo de los bueyes, las botas de su nieta desde bebé hasta sus 8 años utilizadas como porta llaves, molinos de café, grano y carne hechos un candelabro e incluso los cuernos de remuda de los venados usados como lámparas, son algunas de las creatividades que Osorio Robles ha realizado.

¡El cowboy de Las Granjas!
Óscar Coronado Osorio tiene adornada su casa al estilo "cowboy", ¡conócela!
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"Para hacer alguna creación veo las cosas ahí un día, dos días, tres días, a veces un mes y luego se me ocurre qué hacer y en un día o menos lo hago", comentó Óscar.

"Todo lo que ven yo lo hice, algunas cosas se me ocurrieron, otras bajé la idea de Pinterest, por ejemplo la de los mini bar, pero igual les pongo mi estilo, porque me gusta siempre que todo este hecho a mi medida".

SON OBSEQUIOS

Todos los objetos que utiliza para sus creaciones han sido regalados por amigos, familiares o conocidos, ya que al comprarlos, para él dejan de tener el mismo significado, cuestión que ha sido motivo de broma en su familia, ya que en modo de chiste le han dicho: "Si pasa un muerto frente tuyo, lo pides para velarlo".

"El 98% de lo que ven es pedido y regalado. Donde lo veo lo pido, si hay cosas que me han dicho que no y bueno, ni modo, pero insisto lo más que puedo", expresó riendo, "la verdad casi todo me lo dan porque es basura de rancho y no les sirve a ellos, pero yo pienso cómo lo acomodo aquí.

Botas, ruedas de carreta y  chaparreras usadas son parte de la colección de Óscar Coronado.

"Ya que viene la gente y ve lo que hice con sus cosas les da gusto. Yo siempre les explico que no vendo, tampoco compro, pero si me la quieren regalar yo le digo que con mucho gusto y cuando vengan, si estoy vivo, la van a ver siendo utilizadas y ya me dicen: ‘Bueno pues, ahí está, llevátelas’", contó a carcajadas.

Las herraduras son el toque especial en esta mesa que está en el porche de la casa.

OBJETOS CON HISTORIA

Entre las cosas que ha logrado obtener, detalló, está una batea de por lo menos 130 años, un yugo de buey de al menos 100 y casi 50 puntas de flecha que su padre recolectó durante 20 años de trabajo, las cuales expone orgulloso en su sala junto a las pinturas de su primer nieto.

"La verdad el ambiente del rancho me gusta mucho, pero también poder ver todo lo que está aquí y acordarme de las cosas que viví con ellas.

"Tengo por ejemplo un caballo de mármol que me regaló mi esposa cuando aún éramos novios; unas botas que yo me acabé en el rancho completitas, las botas de la nieta y varias cosas que yo he utilizado y que las veo y se siente bien bonito", manifestó.

El estilo predomina en todos los rincones de la casa.

Aunque jamás se ha puesto a contar cuántas adquisiciones tiene, para Óscar tampoco es prioridad conocer el número, ya que para él lo más importante es tener un hogar en el cual pueda sentirse siempre contento, relajado y feliz de ver la tarde caer mientras toma un trago de bacanora y juega sudoku.

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