Tienditas de abarrotes dan la batalla al Covid; Algunas son tradición familiar
Es el giro de negocios menos castigado por la pandemias, ya que sus ventas bajaron entre 10 y 15%

HERMOSILLO.- Mientras negocios de distintos giros han tenido que cerrar sus puertas ante las bajas ventas, los abarrotes o tienditas de la esquina son los que han sobrevivido a la crisis sanitaria y económica.
En la mayoría de las colonias existe al menos un pequeño abarrotes que ofrece a vecinos los productos más básicos, en esta pandemia esto ha sido una ventaja para los comerciantes, pues hay quienes prefieren no exponerse en supermercados y adquirir los productos en estos pequeños negocios.
Según la Cámara Nacional de Comercios en Pequeño (Canacope) los comercios de este giro son los que han sufrido menos bajas en sus ventas, pues se estima las ventas disminuyeron entre un 10 y 15%, mientras otros giros han bajado hasta más de 50%.
Martín Zalazar Zazueta, presidente de Canacope, destacó que son casi nulas las tienditas de la esquina que han cerrado, en su mayoría por precaución, ya que son atendidas por adultos mayores.
Sí han bajado las ventas, pero son los que se han sostenido, han sido mínimos los abarrotes que han cerrado. Pero han aguantado porque son de giros esenciales y nunca tuvieron que cerrar”, expresó.
Al inicio de la pandemia estos comercios incluso presentaban aumento en sus ventas del 15 al 20%, pues los supermercados tenían horario restringido, además por la cercanía entre las colonias, siguen en la preferencia de vecinos.
En Hermosillo hay cerca de 3 mil 200 abarrotes y a pesar del crecimiento de tiendas de conveniencia, los pequeños abarrotes resisten.
“Los abarrotes se han sostenido porque ya tienen sus clientes fijos que son los vecinos, además hay quienes aún fían por la misma confianza, cosa que no sucede en las grandes cadenas”.
Entre los motivos para resistir están que este tipo de negocios familiares se ubican en hogares y no hay pagos de renta, a diferencia de comercios en el primer cuadro de la ciudad o plazas comerciales.
Además de la cercanía y fácil acceso de los vecinos a una de estas colonias, también se encuentra que en la mayoría de los casos al ubicarse al interior de colonias, existe una relación de confianza entre comerciantes y clientes.

FOTO: ARCHIVO
ADAPTARSE O CERRAR
A nivel federal la Confederación de Cámaras de Comercio (Concanaco) lanzó una aplicación especial para estos negocios. “Mándamelo” permitiría que los clientes adquirieran los productos de un abarrotes a través de una App e incluso recibirlos hasta su domicilio por una pequeña comisión.
Pero en Hermosillo la aplicación no ha sido utilizado, por lo que los comerciantes han buscado otras medidas para adecuarse a la nueva normalidad.
Con páginas de Facebook y grupos de WhatsApp entre vecinos algunos comerciantes han ofrecido estos productos, pues actualmente hay quienes evitan salir a exponerse, sobre todo los adultos mayores.
“Tenemos casos de tienditas que hacen grupos de WhatsApp para ofrecer y vender los productos, se han ido adaptando al comercio electrónico y se han mantenido”, dijo Zalazar Zazueta.
NEGOCIO FAMILIAR RESISTE
En medio de la colonia Villa de Seris, el Abarrotes Plaza lleva 38 años ofreciendo productos a los vecinos de esta tradicional colonia. Eva Alicia Rodríguez y su esposo comenzaron con este negocio hace casi cuatro décadas y ha resistido a pesar del crecimiento de la ciudad y la presencia de tiendas de conveniencia.

Don Saúl Méndez Barajas (ABARROTES BARAJAS)
FOTO: ANAHÍ VELÁSQUEZ
MÁS DE MEDIO SIGLO Y CUATRO GENERACIONES
En la esquina de la calle Leopoldo Ramos y Choyal se encuentra el abarrotes Barajas, una de las famosas tiendas de los años sesenta que ha logrado sobrevir por más de medio siglo y es parte de la historia de los residentes de la colonia el Choyal.
Don Saúl Méndez Barajas, de 78 años, fue parte de la segunda generación que atendía a los clientes que iban con cartera en mano a comprar mandado al famoso punto llamado Las Tres Tumbas, ya que había tres tiendas en las esquinas de la intersección.

FOTO: ANAHÍ VELÁSQUEZ
“Le decían Las Tres Tumbas porque en aquellos años había tres tiendas aquí y como había mucho vicioso a cada rato se peleaban y amanecía una cruz en las calles, nosotros somos la tienda que quedó, somos fundadores de esta colonia, mi madre la señora Socorro Barajas empezó a comprar de poquito y levantó el negocio”, explicó Saúl Méndez.
Algunos clientes de más de 40 años aún cuentan con cartera de apuntes y le piden fiado a don Saúl, quien sigue echando el mandado en los “cucuruchos” de periódico y cartón.
Él mismo coloca el producto en anaqueles y muebles de más de 40 años de antigüedad. “Van para cuatro generaciones que trabajamos en este abarrotes, aquí hice amigos, saqué adelante a mis hijos, las tienditas tenían un lugar muy importante en el barrio”, expresa, “ahora es muy diferente, antes era un trabajo familiar muy bonito”

FOTO: ANAHÍ VELÁSQUEZ
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