Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Hermosillo / Cáncer infantil

“Quise ofrecer a niños destinados a fallecer una posibilidad de curarse”

El oncólogo pediatra Gilberto Covarrubias tiene cuatro décadas en su especialidad

HERMOSILLO.- “Recuerdo haber escogido ser oncólogo pediatra, porque quise ofrecer a esos niños destinados a fallecer una posibilidad de curarse”, expresó Gilberto Covarrubias Espinoza, jefe de servicio de Oncología Pediátrica del Hospital Infantil de Sonora.

“Tengo 40 años de ser oncólogo pediatra, pero curiosamente tomar esa decisión era algo que yo no esperaba”, admitió, “en ese tiempo a nadie le gustaba la oncología pediátrica, nomas habían 2 o 3 especialistas de esta rama en toda la República Mexicana, de hecho fui el quinto en el País”, dijo.

Ayer se conmemoró el Día Internacional del Cáncer Infantil, para crear conciencia sobre esta enfermedad.

La razón, comentó, es que se creía que ese servicio estaba destinado a ver niños fallecer y familias destruidas por la pérdida, fue hasta que vio un caso de éxito, donde una pequeña había superado la enfermedad, que se dio cuenta que se necesitaban más médicos que atendieran a niños con cáncer.

“Recuerdo que me encontraba en el Hospital Infantil Nacional, en la rotación de pediatría y en una ocasión roté por el servicio de oncología pediátrica, ahí me tocó entonces ver a una niña que en aquel tiempo estaba ya sin tratamiento de leucemia”, contó.

“Me impresionó tanto que pedí el expediente y me puse a revisarlo todo en una guardia, y efectivamente, la niña se había curado, eso me impresionó tanto que quise dar lo mejor de mí para tratar de curar a más niños y que estuvieran tan bien como ella”, relató.

CUATRO DÉCADAS

Después de 4 décadas, Covarrubias Espinoza dijo sentirse muy contento de poder contar cientos de historias de éxito con niños curados de la enfermedad.

Incluso muchos que después de haberse curado, el vínculo de médico y paciente ha sido tal, que ha podido ser testigo de su crecimiento y como quienes eran sus pacientes ahora son adultos de bien, sanos y con una familia.

Ese tipo de situaciones, han hecho al doctor enamorarse de su profesión todos los días y darse cuenta que la oncología pediátrica no es una rama de la medicina difícil, sino por el contrario, permite en un acto de fe, rescatar con la ciencia todo lo que se creía perdido por esta misma.

“Muchos médicos que no le gusta la oncología pediátrica y rotan con nosotros nos preguntan, ¿cómo aguantan ustedes tanto sufrimiento del niño y la familia? pero yo siempre les respondo que a mí no se me hace muy difícil”, dijo.

Al contrario, porque como médicos hay muchas cosas que le podemos ofrecer al niño, entre ellas y la más importante, la curación y por eso trabajamos todos los días para ello”, respondió.

A los padres que tienen un hijo en tratamiento oncológico, el médico les pidió que tengan fe, que no vean a la enfermedad como sentencia de muerte, ya que en la actualidad hay muchas mayores posibilidades de que el niño salga adelante.

Les pidió que confíen en sus doctores y todo el personal de medicina que colabora en su tratamiento, ya que el deseo de todo médico siempre es que su paciente se cure y poder darlo de alta en un futuro.

En esta nota