Mantienen vecinas parque limpio y sano en la colonia Colina Blanca
Vecinas de la colonia Colina Blanca se encargan de darle una buena imagen al área verde.

HERMOSILLO, Sonora.- Tras la remodelación del parque público, hace más de 5 años, un grupo de vecinas de la colonia Colina Blanca decidieron poner su granito de arena y adoptar el espacio para hacer de él un sitio más limpio y sano, donde los visitantes pudieran disfrutar de un rato agradable y libre de violencia.
Fue en septiembre de 2016, cuando un grupo de madres de familia, preocupadas por el entorno en que vivían y queriendo asegurar la paz y tranquilidad en su colonia, decidieron adoptar el parque situado en la calle Retorno de las Misiones Norte, al Norte de Hermosillo.
Grisel Audeves Saucedo, Cinthia Murillo y Paty Albores, son tres de las mujeres que se animaron a brindarle buena imagen a su parque, quienes se unieron a otra de sus vecinas, Martha Robles, ya que había iniciado con la reforestación del lugar.

Después llegó doña Dora (Baldenegro Alvarado), y empezamos poniendo plantas, granito por granito, poniendo plantas que nos traíamos de las casas, que nos regalaba el vecino, el amigo…”, comentó Grisel.
Las plantas se pusieron alrededor de unos cuantos mezquites que el Ayuntamiento había plantado, dijo, ya que era la única parte que tenía agua, hasta que los demás vecinos se enteraron de lo que se estaba haciendo y el comité de vecinos apoyó para comprar manguera y poder regar más plantas y entender el jardín.
A pesar de que sólo cuatro de las vecinas están encargadas al 100% del cuidado del parque, Grisel destacó que hay otros vecinos cooperan a su modo, como donando bolsas para la basura, plantas, equipo de jardín, entre otras cosas.

UN LUGAR DIVERTIDO PARA LOS NIÑOS
Al estar más en contacto con la naturaleza y pensando en la felicidad que le provocaría a los niños, la creatividad de las madres de familia comenzó a rendir frutos y decidieron adornar un poco los árboles y sus alrededores, y convertir el lugar en un verdadero espacio de juegos.
Fue a una de las vecinas a quien se le ocurrió convertir uno de los mezquites en una casa de duendes, por el gusto que tiene a los míticos personajes, por lo que colocó adornos a su alrededor con dicha temática de fantasía y gustó mucho a los pequeños.
Los niños venían y tocaban en la puertita de los duendes y: ‘Ay, va a salir una hada’. Y empezamos nosotros también a medio jugar con el tema. Después otra de las compañeras quiso poner un árbol de Halloween, después fue el de Pascua, de Navidad, y así cada árbol tiene un tema y a los niños les encanta”, añadió.

Muchos de las personas que visitan el parque son decolonias aledañas, incluso,algunas lejanas, quienes llegan con sus hijos para quese diviertan un rato mientras juegan en el espacio que prácticamente se ha convertido en un jardín mágico.
Una de las cosas que másllama la atención es la barda perimetral que pertenece a los patios de algunasviviendas y en una de ellashabita Dora Luz Baldenegro, quien apoyada por sus hijos, puso una puerta quesaliera directo hacia el parque desde su patio posterior.
Y en la barda realizaron una pintura simulandouna hacienda con una granpuerta, brindándole al parque una vista espectacular,y la idea fue retomada poralgunos otros vecinos paraembellecer más el lugar.
No pueden dejar de mencionarse los colgantes y cortinas hechos con material reciclable, además de los juguetes y adornos que dan vida y colorido al espacio, dejando claro que la imaginación y la creatividad no tienen límites.

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