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Hermosillo: Maestro de taekwondo forma a alumnos para que sean campeones de vida

El maestro Ricardo López Ibarra lleva 17 años enseñando el taekwondo

HERMOSILLO.- Enseñar y ver crecer a sus alumnos, es la mayor satisfacción de Ricardo López Ibarra, maestro de taekwondo, que con dedicación y pasión, practica la disciplina desde hace 30 años.

“Cualquier persona puede practicar taekwondo, no necesitan ser muy atléticos o buenos para los golpes”, afirma el profesor que la comunidad en el deporte reconoce con cariño como "Chencho".

Su trayectoria como atleta del deporte, comenzó en 1990, año en el que recuerda, hubo un auge muy grande de artes marciales por artistas como Bruce Lee, Van Damme y Chuck Norris.

Sus películas popularizaron el deporte e influyeron a toda una generación de los noventa.

“Todos los que tenían entre 8 y 15 años, querían ser como ellos”, señala.

Después surgió Karate Kid, que le dio otra perspectiva a la práctica, donde cualquiera lo podía entrenar, indica. No era necesario ser musculoso, atlético, cualquiera lo podía hacer y puede ser bueno.

El arte marcial es para tu crecimiento, desarrollo, y lo puede practicar cualquier persona. En ese sentido, es una de las razones por las que floreció mucho a nivel mundial”, menciona, razón por la que también le interesó entrenar.

Se retiró de las competencias en el 2004 y decidió enfocarse en su carrera universitaria, donde estudió arquitectura.

IMPARTE CLASES

Empezó a impartir clases, los primeros 10 años se encaminaba a desarrollar atletas de alto rendimiento.

“Curiosamente terminé dando clases en un centro comunitario, eso me gustaba más”, añade.

"Chencho" considera que el taekwondo motiva a las personas a avanzar, que continúen sus estudios, se alejen de vicios y malas compañías.

“Las personas del centro tienen más espíritu deportivo y más ganas de querer seguir adelante”, agrega. “Eso me ha dado mayor satisfacción, más que una medalla nacional de uno de mis alumnos”.

Durante sus 17 años enseñando, graduó a 78 alumnos en cinta negra, donde la mitad, detalla, son estudiantes que ya terminaron la licenciatura, personas que crecieron profesional y personalmente.

Creo que es lo más importante que me ha dejado, el poder marcar y dejar huella en los alumnos, una huella positiva y aunque suene trillado es lo que buscamos, tener, campeones de vida”.

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