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El Imparcial / Hermosillo / Coronavirus en Sonora

El último adiós es más difícil, cuando la muerte es por Covid

Los abrazos quedarán para una mejor ocasión y el funeral, si se hace, será de sólo 4 horas y con 20 personas como máximo.

HERMOSILLO, Sonora.- Funerales de sólo 4 horas, con un mínimo de personas y con el detalle de que por el distanciamiento social los abrazos mejor queden para después, así se da el último adiós a quienes mueren por Covid-19.

Y es que estas medidas forman parte de la Guía para el Manejo de Cadáveres por Covid-19 emitida por el Gobierno federal y en el que se detalla paso a paso la manera en la que se debe de disponer de los restos mortales de quienes sucumbieron ante el virus que ha paralizado al mundo.

Gerardo Álvarez Hernández, vocero de Covid-19 en Sonora, explicó que incluso para la entrega del cuerpo a los familiares hay un protocolo, el cual busca disminuir el riesgo de contagio.

“Una vez que el cadáver está envuelto en las bolsas representan poco riesgo, no se sabe que el virus pueda atravesar la bolsa. El riesgo está en el proceso ceremonial de la ceremonia fúnebre. Ahí hay un protocolo”, expresó en la rueda de prensa del pasado 23 de abril.

“Los familiares no deben hacer ceremonias de más de 4 horas, no en casa, no debe tocarse el cuerpo, no se le debe hacer ningún procedimiento de tanatoestética, es decir ningún procedimiento estético en los cuerpos, para reducir el riesgo de contacto”, añadió.

El problema es que justamente por cuestiones emocionales los familiares podrían verse tentados a querer abrir la bolsa, pero eso aumenta el riesgo de transmisión de la enfermedad.

EL DUELO, ES GENERAL

Para poder superar la muerte de algún ser querido es importante aprovechar las oportunidades que tuvieron para despedirse y aprender a manejar la situación, sin preocuparse por lo que pudo haber sido, indicó una experta en tanatología.

La sicóloga Lucía Bravo Robles, explicó que toda pérdida requiere un duelo, pero depende de cada persona poder sobrellevarlo y superarlo, aunque en ocasiones se requiera de ayuda profesional.

“Ahorita, con la contingencia, estamos viviendo un duelo general. Todo lo que conocíamos cambió, la forma de trabajar, ahora trabajamos desde casa y eso es un duelo, porque perdimos la costumbre de trabajar de cierta manera, pero nos estamos adaptando.

“Pero como todo duelo”, dijo, “pasamos por la etapa de frustración, de no querer aceptarlo, de querer cambiarlo, y todo eso igualmente se vive cuando hay una pérdida de un ser querido, pero tenemos que aprovechar las oportunidades”.

Bravo Robles externó que una persona que tiene a su familiar enfermo y sabe que hay posibilidades de que muera, la situación les brinda la posibilidad de despedirse, de hablarle, compartirle y decirle todo lo que significó en su vida, lo que le brinda la oportunidad de llevar un duelo más sano.

Pero cuando la pérdida es repentina, como en el caso de los pacientes que dieron positivo a Covid-19, fueron aislados y no tuvieron la oportunidad de despedirse, el duelo se vive diferente y se puede salir adelante, siempre y cuando la persona así lo quiera.

“Muchas veces lo que nos tiene angustiados son también las creencias. A veces nuestra angustia es: ‘Murió sólo’, ‘no le dije…’, ‘a lo mejor le hizo falta algo’.

“Nosotros llevamos en nuestro corazón la huella desde que somos niños y si esa persona sabía que podía contar contigo, seguramente se murió tranquilo, porque siempre supo que tú estabas ahí, de la forma que sea que tú le dabas el amor”, expresó.

Lo más importante en la vida de una persona no es su muerte, no es cómo murió, prosiguió, sino cómo esa persona vivió, ya que seguramente supo que lo amaron por el tiempo y por los momentos felices que pasaron juntos, que por lo que vivió en sus últimos días.

¿QUÉ SE PUEDE HACER?

La experta en duelo destacó que hay muchas variantes para sobrellevar la pérdida de un familiar en tiempos de Covid, ya que muchos pacientes ingresaron a una sala de hospital, fueron aislados y ya no salieron con vida.

“Tenemos que innovar en la forma de despedirnos. Podemos llevar un diario en nuestras redes sociales, podemos escribir una carta a esa persona que amamos y crear un video que se pueda compartir en las redes sociales y pedirle a la gente que lo amaba o que tuvo un buen momento de la persona que falleció, que nos mande unas palabras.

“Por ejemplo, podemos decirles: ‘Todos los días, a las 05:00 de la tarde voy a conectarme y va a haber Rosario, quien se quiera conectar, perfecto’, y cuando todo esto haya pasado puedes hacer aquel ritual que tú necesitas socialmente, pero primero hay que aprovechar para trabajar la despedida personal”, insistió.

La tanatóloga Lucía Bravo Robles resaltó que lo importante es aprovechar la oportunidad, cualquiera que sea, que les presente la vida y no hay que lamentarse en lo que pudo haber sido o cómo se hubiera querido que fuera, ya que lo importante es poder despedir con amor al ser querido.

EL ÚLTIMO ADIÓS

De acuerdo con la guía que emitió el Gobierno federal antes que nada se deben de cumplir los principios de dignidad humana.La familia no debe tocar ni besar el cuerpo.

La disposición final del cadáver será lo más pronto posible, preferiblemente mediante cremación; de no ser posible, se practicará la inhumación en sepultura o bóveda.

El personal de la funeraria y sus directivos deben de seguir las recomendaciones de la Jornada de Sana Distancia.

Los deudos podrán recibir el pésame de los familiares y conocidos en su hogar siempre y cuando se encuentren asintomáticos, no involucren concentraciones de personas en áreas pequeñas, se asegure la adecuada ventilación del área de recepción y se tomen en cuenta los lineamientos de la Jornada de Sana Distancia.

Se aconseja evitar la realización de rituales fúnebres que conlleven reuniones o aglomeraciones de personas en contacto con el cuerpo siguiendo los lineamientos de la Jornada de Sana Distancia. En caso de realizarse, se recomienda sea menor de 4 horas, con féretro cerrado y con menos de 20 personas siempre y cuando el espacio pueda asegurar una sana distancia.

Hay que tener mucha fe, que significa creer, creer que esa persona dejó lo más especial de su vida en la tierra; fé de que esa persona pudo lograr lo que venía a hacer en la tierra; fe de que alguna vez se van a reencontrar; fe de que siempre va a dejar una huella en tu vida”.



Si desea contactar a la sicóloga y especialista en tanatología Lucía Bravo Robles, puede comunicarse directamente a los teléfonos 6624188690 y 6622621269, o contactarla a través de sus redes sociales como Facebook (Psic. Lucía Bravo Tanatóloga) o Instagram (tanatólogaluciabravo).

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