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El Imparcial / Hermosillo / Alimentación

Desencadena encierro riesgo de “mala relación” con la comida

Las redes sociales pueden generar presión negativa respecto a la imagen corporal.

Si antes eran las revistas las que imponían presión con estándares de belleza, principalmente a las mujeres, esa situación se traslada ahora a las redes sociales, señala la sicóloga Olga González Domínguez.

Y si a ello se le suma que muchas personas están pasando más tiempo frente a las pantallas durante el confinamiento en casa, se incrementa la posibilidad de caer en conductas de riesgo con respecto a la alimentación.

Habrá quienes van y restringen la alimentación y comienzan una dieta y se sale de las manos, o habrá quien simplemente con la idea de una dieta genera un impulso por comer más… Ese impulso termina en un atracón y en comer más”, advierte la especialista.

GRUPOS EN RIESGO

González Domínguez, autora de los libros “Cirugía Bariátrica” y “Detox Digital”, refiere que un estudio reciente con mujeres entrevistadas durante el confinamiento reveló que el 46% de ellas se sintieron peor con su imagen corporal después de revisar Instagram.

Por ello, no es extraño que quienes estén en mayor riesgo de tener un trastorno de la conducta alimentaria (TCA) sean adolescentes y las mujeres de entre 11 y 55 años de edad, menciona, pero también quienes ya tienen algún antecedente de trastorno mental como ansiedad o depresión.

Incluso, añade, es posible que muchas personas que nunca habían manifestado síntomas sicológicos los estén teniendo por primera vez debido a la pandemia, y en esa situación los cambios en la alimentación pueden ser una señal.

“Recordemos que los TCA, así como todas las conductas autodestructivas, las usamos porque nos funcionan en el inmediato”, explica. “Tomarte la copa, drogarte, comer algo en exceso o controlar la alimentación excesivamente en el momento genera una sensación de control y placer”.

MÁS QUE ANOREXIA Y BULIMIA

Los trastornos de la conducta alimentaria se clasifican en varios tipos, y si bien la anorexia y la bulimia suelen ser los más conocidos para la población, el más frecuente es el trastorno por atracón, puntualiza la doctora pediatra Eva María Trujillo Chi Vacuán.

La experta indica se puede hacer una clasificación muy general con base en la alimentación de las personas: Las que comen de manera normal, las que tienen una alimentación disfuncional y las que ya tienen algún TCA.

El segundo grupo comprende un abanico muy amplio, resalta la doctora, que incluye a las personas que tienen una alimentación desordenada o con conductas anormales.

“Entra la gente que es muy caótica con sus patrones de comida, no responden a señales de hambre y saciedad, comen de acuerdo con el contexto. El objetivo al comer, más que nutrirse o sentirse bien, va dirigido a mejorar el estrés, la imagen corporal, o por emociones negativas como enojo, soledad o aburrimiento”, destaca.

Trujillo Chi Vacuán, quien dirige la organización Comenzar de Nuevo, dedicada a la prevención y tratamiento de los TCA, asegura que una de las claves es el diagnóstico temprano, por ello es importante saber reconocer los síntomas y buscar ayuda profesional.

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