Seguridad hídrica: Agua para todos y no para unos cuantos

Presento aquí un repaso crítico de las principales acciones que se están tomando respecto a la sequía y la inseguridad hídrica en Sonora.

A nivel federal: Conagua y secretario de Gobernación. El 12 de julio pasado la Conagua publicó en el Diario Oficial la declaratoria de emergencia por sequía. Básicamente, este acuerdo sólo hace un llamado a echar a andar el Programa de Medidas Preventivas y de Mitigación de la Sequía, conocido como Pronacose.

Este programa consta de unos lineamientos nacionales, publicados en 2012. Además, existen una serie de programas específicos para las diferentes regiones hidrológicas del País.

En Sonora hay cuando menos tres regiones que son: La del Mayo, la del Yaqui-Mátape y la del Alto Noroeste, en donde se ubica el río Sonora. El Pronacose para el Alto Noroeste se publicó en 2014.

Éste plantea cinco estrategias y 49 acciones. Las estrategias son: La coordinación, el manejo de los pozos, incremento de los insumos alternos, aumento en la eficiencia en el uso y distribución del agua, y manejo de derechos de agua y acuerdos de cooperación.

Cada una de estas estrategias se desglosa en acciones. Este programa debe de ser dirigido y coordinado por la Conagua, que es la que tiene todas las facultades legales, pero cuya representación en el Estado no ha sido muy proactiva y busca jugar un rol de bajo perfil.

Además, su presupuesto y su personal han sido drásticamente recortados en los últimos años. Por aquí ya comenzamos mal.

Aquí en Sonora, de manera un tanto silenciosa, acaban de cambiar al director y el nuevo no ha salido todavía a hacer declaraciones. Por otra parte, el secretario de Gobernación ya reconoció que hay una crisis del agua y hasta propuso, a manera de chascarrillo, traer agua desde Tabasco. Pero por lo menos reconoció el problema. Su participación da a entender que la sequía se está atendiendo como un asunto político.

A nivel estatal: Pronunciamientos del Gobernador

Aunque el Gobierno estatal tiene pocas facultades en la materia, el Gobernador también se ha estado refiriendo al problema del agua y que está trabajando en un plan a largo plazo. En varias ocasiones ha mencionado la desalación de agua de mar como una opción viable. Es una alternativa de obra pública interesante que, a mi manera de ver, tiene varias complicaciones.

La primera es que requiere mucha inversión y son recursos que no tiene el Estado. De hecho este Gobierno estatal ya está comprometido con muchas otras obras, como la carretera a Chihuahua, que requieren de todo su esfuerzo financiero. De modo que la inversión la tendría que hacer alguna empresa privada. Esta suena como alternativa neoliberal.

Otra complicación es que sería difícil de mantener en el futuro. Su costo de operación sería muy alto y tendría que ser subsidiada. Es muy probable que los futuros gobiernos no la mantengan como se debe y que termine como un “elefante blanco”; algo así como lo que ha pasado con el parque La Sauceda, pero a una escala mayor.

Pero la principal complicación es que no resolvería el problema de la crisis del agua de Hermosillo ni mucho menos la de Sonora. Sería como echarle agua cara a un barril con fugas. El problema del agua de Hermosillo y de Sonora en general es más bien de gestión. De hecho, Sonora, como Estado agrícola, tiene mucha agua; lo que pasa es que está mal administrada y mal concesionada.

Para que este Gobierno estatal haga una obra transcendente y garantice la seguridad hídrica pudiera convocar a un debate a fin de promover: 1) que se cuente con instituciones de agua sólidas, técnicas y profesionales; 2) que se cuente con una buena regulación, planeación y seguimiento a largo plazo; y 3) que se invierta en obras existentes y nuevas como el acuaférico, la bomba flotante, el reuso del agua tratada y recarga de acuíferos. Esto garantizaría que haya agua en el futuro.

Felicidades a AAVV en su cumpleaños.

Nicolás Pineda. Analista político.