Presidente que no mienta ¿dónde se le encuentra?
¿Por qué los Presidentes mienten tanto? ¿Y por qué tanto idiota les cree? Es imposible hacer una antología de las mentiras más célebres de los primeros mandatarios de países tomados al azar.
¿Será cierto que el que no transa no avanza? Presidente que no mienta ¿dónde se le encuentra? No sé cuáles serían las respuestas para estas dos preguntas si fueran parte de una encuesta realizada a los mexicanos; usted se lo imaginará. La pregunta más correcta será así y doble: ¿Por qué los Presidentes mienten tanto? ¿Y por qué tanto idiota les cree? Es imposible hacer una antología de las mentiras más célebres de los primeros mandatarios de países tomados al azar de los cinco continentes, aún siquiera de la última semana.
Quedémonos con una muestra de unos cuántos presidentes de países vinculados al nuestro, ya sea por su condición sociocultural o por la influencia que impone la relación bilateral: Cuba, Venezuela y los Estados Unidos. Lo referente a los presidentes de los dos primeros países está disponible en videos de YouTube. Cuba: En 1959 Fidel Castro dijo de viva voz: “No soy comunista, no estoy de acuerdo con el comunismo… he dicho muy claro que no somos comunistas”; “no acabaré con la libertad de prensa”, pero poco después, en 1961, dijo en alta voz durante un discurso: “Seré marxista-leninista (o sea, comunista) hasta el último día”.
Venezuela: Hugo Chávez dijo explícitamente, durante una entrevista grabada, que entregaría el poder en cinco años y que no nacionalizaría industrias ni medios de comunicación, pero las tres aseveraciones resultaron en todo lo contrario: Estuvo en el poder de 1999 hasta su muerte en 2013, nacionalizó industrias y medios de comunicación con evidente restricción a la libertad y diversidad de prensa.
Estados Unidos: En 1961 el presidente Kennedy dijo: “Ya lo he dicho antes, y lo repito ahora, los Estados Unidos no planean ninguna intervención militar en Cuba”, pero al mismo tiempo planificaba una invasión a Cuba y la intentó.
En 1986 el presidente Ronald Reagan dijo al mundo en relación a Irán: “No, lo repito, no comerciamos armas o cualquier otra cosa a cambio de rehenes, ni lo haremos”, pero cuatro meses después dijo completamente lo contrario. Bill Clinton fue acusado en 1998 de perjurio por negar varios encuentros sexuales con la interna de la Casa Blanca, Mónica Lewinsky, pero la verdad se documentó con pruebas definitivas poco después y fue declarado culpable por “testimonio perjurioso”.
Cuando el presidente Obama promovía el plan de salud “Obamacare” dijo a los estadounidenses que podrían mantener su seguro médico si así lo deseaban. Esto resultó no ser cabalmente cierto, y fue públicamente acusado de mentir: Algunos estadounidenses que compraron pólizas en el mercado privado recibieron notificaciones de cancelación porque sus planes no llenaban los requisitos del nuevo plan y Obama admitió la falsedad.
Un garbanzo de a libra: Jimmy Carter prometió explícitamente en su campaña electoral (1976): “Nunca mentiré a los estadounidenses”. Y, de hecho, jamás fue acusado de mentir. Públicamente sufrió en su persona mal clima porque movió el termostato del aire acondicionado de la Casa Blanca para ahorrar energía, logró el otrora imposible Acuerdo de Paz para el Medio Oriente, dio clases de catecismo en domingo, recibió el Premio Nobel de la Paz, etcétera, pero se ha juzgado que sus resultados no fueron buenos, “el País bajó”, y él no logró la reelección para un segundo periodo.
La profesora de teoría política Meg Mott dijo que “era demasiado noble… no sabía cómo utilizar a las personas para ponerlas unas en contra de otras… debería de haber leído a Maquiavelo”, frases tan reveladoras como pesimistas, decepcionantes y hasta tristes. ¡Qué lástima! Se me agotó el espacio para decir algo de presidentes mexicanos. Por si las dudas: ¡Aguas, y que cada quién agarre su paraguas!
Correo electrónico: jesus.canale@gmail.com
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