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La política de los simbolismos

Qué pena que los políticos actuales, que deberían ser más avanzados, todavía no muestren capacidad para leer las verdaderas motivaciones, preocupaciones y decepciones de un pueblo.

Hace unos años, durante la época dorada del priismo, aquella del “carro completo”, estaban decidiendo candidatos a presidente municipal. En Nogales “le tocaba” a la central campesina y el líder de ese tiempo dijo quién sería el “bueno”. “Pero a ése puede que no lo acepte la gente, no tiene mucho pueblo”, le dijeron. “¿Y qué tiene que ver el pueblo en esto?”, respondió, “se trata de política, de elecciones, nosotros decidimos quién será el alcalde”.

Recordé esta anécdota al ver la manera en que ahora se están moviendo los “suspirantes” a la gubernatura. Pareciera que no entienden que son otros tiempos, que el reloj político ya no es el mismo, que el pueblo Ya Tiene Que Ver con los procesos electorales. Que las decisiones cupulares no son garantía de nada, aunque ahora sea Morena el que hable de “carros completos” y los demás estén calculando hasta dónde les alcanza con sus estructuras.

Hay un error de origen en la mayoría de quienes ahora buscan esa posición. No escuchamos propuestas ni destacan los perfiles de los precandidatos. Parece que lo único que les importa es, como dice Serrat en su canción Algo Personal, “a ver quién la tiene más grande”.

Ellos podrán defenderse alegando que hacen trabajo “de tierra”, que sus “operadores” andan con todo por el Estado, pero la realidad es que no se ve un proyecto firme para Sonora.

Ninguno habla de los retos post pandemia, de la falta de apoyos para infraestructura desde la Federación, mucho menos del triste papel que están haciendo los “diputados” federales, a los que urge cambiar para que lleguen personas que sí les interese su distrito, por encima de las órdenes presidenciales.

Esta semana, lo destacado fue que López Obrador dijo que Alfonso Durazo era casi casi un préstamo que hicieron los dioses del Olimpo a su 4T. El mismo Durazo parecía feliz porque se tomó una foto con “empresarios jóvenes” y los influyentes del Estado hacen cola para verlo. Ya con eso creen que la contienda está ganada.

Una foto de Ricardo Bours con Dante Delgado fue motivo para que dijeran que era “el bueno”, y todo porque ese suceso lo titularon “vienen cosas buenas para Sonora”. El arranque de Ricardo no ha sido tan malo, con apariciones masivas en la red, pero eso no es suficiente para llegar al grueso de la población, que es la que decide en las urnas.

Ernesto Gándara muestra videos de reuniones virtuales con diferentes sectores, esta semana fue con algunos de la etnia mayo. Quizá se esté moviendo con inteligencia, pero es hora que no manifiesta su postura ante los retos en economía, seguridad y salud que van a atiborrar la agenda en los dos primeros años del próximo gobernante.

Toño Astiazarán sigue arropado por los panistas de hoy y su trayectoria, pero tampoco sabemos mucho de él a gran escala. De repente alguna postura sobre temas particulares, pero falta algo impactante.

Ana Gabriela Guevara le apuesta todo a su “charming”. La destapa alguien del PT, pero sabe que no debe moverse mucho porque le van a caer de manera inmediata. Célida es la que mejor se ha posicionado por sus posturas ante la pandemia, pero también está esperando que la bola se les escurra a Durazo y la Guevara para ver si cae en su guante.

Es la política de los simbolismos. Esa que funcionaba muy bien cuando el PRI era todopoderoso, cuando decidía quién triunfaba y a quién desaparecían. Qué pena que los políticos actuales, que deberían ser más avanzados, todavía no muestren capacidad para leer las verdaderas motivaciones, preocupaciones y decepciones de un pueblo al que siguen desdeñando.

En favor de la vida

Esta semana unas personas me comentaban cuál será la razón de que en el Poder Legislativo (federal y local) tengan más atención aquellos que están a favor del aborto, a pesar de que la mayoría de la sociedad se manifiesta en contra.

La razón podría ser que nadie postula a quienes están abiertamente a favor de la vida (en contra del aborto), por temor a los señalamientos públicos de unos rivales que son más escandalosos.

Y estas personas me preguntaban si podía comentar esto y proponer a los partidos de “derecha” que postulen a personas como Víctor Pacillas, un muchacho luchador, congruente, que no esconde sus posturas para defender la vida de los bebés en gestación. Ahí está la propuesta.

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