La marcha de la economía
Hace unos días el Inegi anunció lo que se anticipaba sería una amarga noticia: El desempeño de la economía mexicana en el 2020. Aunque se sabía que sería negativo, el misterio estaba en conocer el porcentaje en que caería el PIB.
Hace unos días el Inegi anunció lo que se anticipaba sería una amarga noticia: El desempeño de la economía mexicana en el 2020. Aunque se sabía que sería negativo, el misterio estaba en conocer el porcentaje en que caería el PIB. Los vaticinios de mediados de año por parte de las autoridades hacendarias ubicaban la caída en alrededor del 8% mientras que algunos organismos internacionales y también algunos detractores del Presidente preveían que la caída alcanzaría los dos dígitos. Que en tales circunstancias la economía se haya contraído en 8.5% resulta un desempeño favorable si se consideran los adversos escenarios anticipados.
De cualquier forma, se trata de la contracción más severa en casi 90 años. Esta comparación ha sido multicitada como prueba inequívoca del ineficiente manejo de la economía por parte de la 4T. La recesión, repiten sus detractores, tiene que ver con la ausencia de una estrategia agresiva de estímulos a la demanda como lo hicieron otros países. Ponen de ejemplo a Estados Unidos cuya economía sólo decreció 3.5% y concluyen que si en México se hubieran aplicado políticas similares el derrumbe pudo ser mucho menor.
Se trata de una deducción convenenciera pues es evidente que otros países donde se aplicaron programas parecidos no pudieron evitar contracciones superiores a la registrada por la economía mexicana. Por ejemplo, España experimentó una baja cercana a los 12 puntos porcentuales; Reino Unido 11.2%, Francia e Italia, 9%. Son países que instrumentaron poderosos programas de fomento a la demanda y sin embargo no alcanzaron a obtener el resultado que esperaban. Esto prueba la naturaleza atípica de la crisis de 2020, misma que no se resolvería exclusivamente con políticas de demanda, sino que debieron incluir acciones que promovieran el lado de la oferta. En general, los países del Viejo Continente, además del retroceso económico quedaron excesivamente endeudados, lo que reduce las posibilidades de una reactivación apoyada en un aumento significativo del gasto público.
En México, las perspectivas para el año en curso son favorables. Se espera una recuperación en forma de “V” que no es otra cosa más que un proceso de reactivación económica acelerada. De hecho, hace unos días el FMI ajustó al alza la estimación de crecimiento para el año en curso: La pasó de 3.7% a un interesante 4.5%. Esa tasa está en línea con el pronóstico que Banco de México y Hacienda calculan para fin de año ¿De qué dependerá el ritmo de recuperación? Como lo ha dicho el subgobernador del Banxico, Gerardo Esquivel, la recuperación dependerá de la efectividad del programa nacional de vacunación. También señala que tendremos un par de meses con una desaceleración importante que afectará la tendencia positiva observada en el último trimestre de 2020; pero una vez superada esa etapa, el crecimiento recobrará el vigor de los dos últimos trimestres.
Donde la recuperación tardará más es en el ámbito laboral. La pérdida de puestos de trabajo en el 2020 ascendió a 716.6 mil. Esa cantidad representó un desplome cercano al 3.5% del total que se tuvo a principios de año. Tan sólo en diciembre se perdieron 278 mil empleos, que representaron 1.4% del total. En Sonora aún no hay datos definitivos del cuarto trimestre y por tanto del consolidado anual. Lo que existe es el dato de crecimiento del tercer trimestre, que mostró un rebote cercano a 9%. Aunque se trata de un repunte significativo, ese porcentaje se ubica por debajo del alcanzado en la mayoría de los estados fronterizos.
EL PULSO DE LA CAMPAÑA ELECTORAL
Transcurre el periodo intercampaña, ese periodo que ni es precampaña y tampoco es campaña, es decir no es chicha ni limonada. Sin embargo, la política de estufa se mantiene a todo vapor. Los procesos para elegir aspirantes de cada coalición en los principales municipios y en las diputaciones federales y locales, están dando mucho de que hablar. Es el momento más delicado que viven los partidos y sus respectivas coaliciones. De cómo sorteen este tramo electoral dependerá el desenlace del 6 de junio.
Álvaro Bracamonte Sierra. Doctor en Economía. Profesor- investigador de El Colegio de Sonora.
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