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El discurso de hace seis años

Estamos en las postrimerías de esta administración estatal y mientras algunos ciudadanos vemos cómo hacer que las piezas de la cristalería rota encaje nuevamente, otros se preguntan qué le depara el destino a los sonorenses.

Estamos en las postrimerías de esta administración estatal y mientras algunos ciudadanos vemos cómo hacer que las piezas de la cristalería rota encaje nuevamente, otros se preguntan qué le depara el destino a los sonorenses. Para escribir esta reflexión, me di a la tarea de escuchar -por primera vez- el discurso inaugural que pronunció la gobernadora Pavlovich (https://youtu.be/5M0x_jqKSe4). Este ejercicio me recordó que salvo casos raros y excepcionales, nuestra tradición política se ve plagada de personajes con episodios de politiquería y demagogia vacía. En aquel evento, realizado en el CUM de Hermosillo, concurrieron muchos políticos encumbrados de aquellos días, muertos de la risa. Hoy, varios de ellos representan largas condenas penitenciarias; unos están tras las rejas, algunos están prófugos y otros continúan “sacrificándose por la Patria”, amamantándose aún del sistema político mexicano.

Confieso que la mezcla de imágenes y mensaje me impactó, pues en retrospectiva pareciera un nítido presagio de la vulgaridad con la que se abordó el servicio público en nuestro Estado. A continuación transcribo algunos de los más irónicos pasajes:

“A su confianza habré de responder con total entrega, consciente de que la sociedad reclama honestidad, transparencia, austeridad, eficiencia, integridad, liderazgo, solidaridad, seguridad, crecimiento económico y justicia. Seré la primera mujer Gobernadora para responder a la confianza de cada padre y cada madre”.

“Servir primero y antes que nadie a quienes viven la pobreza, ignorados por la ceguera de la ambición y del abuso del poder”.

“Yo no los voy a abandonar, yo no les voy a fallar”. (La cámara enfocó de inmediato a Rosario Robles, al ex gobernador Beltrones y al cónyuge de la gobernadora, aplaudiendo con efusividad).

“Dejaremos atrás los escándalos, que son noticia nacional, para construir una nueva historia de grandeza para Sonora”.

“De frente les digo: La realidad del Gobierno que estamos recibiendo es lamentablemente desastrosa. Es impresionante la ruina económica, pero más impresionante aún la ruina moral que nos heredan. Es algo que nos debe asustar, pero también que nos debe unir para juntos encontrar la solución de fondo. Pero lo más grave de todo es la deformación de cierto sector de la sociedad que sabía que estaba pasando, convivía con ellos y permitía que siguiera sucediendo”.

“El nivel de corrupción fue terrible; algo nunca visto en Sonora. Estuvo presente en todos los niveles. Esa es la realidad y esa es la razón por la que nos esperan meses difíciles, pero tiene remedio si dejamos de ser condescendientes con la corrupción. Así lo exigen los sonorenses”. (La cámara enfocó al ex alcalde “Maloro” Acosta, aplaudiendo con gran decisión.)

“Atrás quedaron los escándalos de corrupción, de enriquecimiento ilícito desvergonzado y cínico. Atrás quedó el Gobierno que tenía a los hospitales en las peores condiciones imaginables y que no se tentó el corazón para atentar contra la salud de los sonorenses. Atrás quedo el Gobierno que se quedó con el dinero de las escuelas de nuestros hijos y con el dinero de las medicinas, del transporte y que desapareció el fondo de pensiones de nuestros padres y de nuestros abuelos”.

“Hoy despertamos de ese mal sueño para dejar atrás la opacidad, la corrupción, la desconfianza y la ineficiencia a la hora de gobernar. Dejaremos atrás la impunidad para abrirle paso al Estado de Derecho. Sonora no volverá a ser tierra fértil para quienes usaron el dinero público para amasar grandes fortunas. No se abusará de la confianza de los sonorenses; en lugar de servir se sirvieron con la cuchara grande”.

“Si alguien piensa que podrá disfrutar de lo que indebidamente se llevó, que lo piense dos veces”.

“Nadie se va a salir con la suya. Quien fue corrupto no estará tranquilo hasta que pague las consecuencias de sus actos”.

“En este Gobierno no hay amigos ni mucho menos cómplices; aquí hay un equipo de trabajo al que se le demanda profesionalismo y vocación de servicio, austeridad, credibilidad, capacidad, congruencia, eficiencia y eficacia”.

“Sobre aviso, no hay engaño, en mi Gobierno la falta de honestidad será inaceptable. Quien falte a la confianza de los sonorenses habrá de responder y dar la cara por su comportamiento. Para que la cuña apriete, debe ser del mismo palo: La gobernadora Claudia Pavlovich será la primera en llamarlos a cuentas”.

“No hay otra forma de levantar al Estado que no sea a través del desarrollo económico. Ahí es donde se encuentra su verdadero fundamento del ‘Otro Sonora Ya’ que necesitamos re-encauzar con proyectos sustentados y sustentables”.

“Vamos a reducir el gasto corriente y ello se verá plenamente reflejado en el presupuesto”.

Gracias a su conducta diametralmente opuesta a lo prometido, en el 2018 la ciudadanía vapuleó a ese Gobierno. No se modificó el rumbo y tres años después, el repudio provocó el triunfo más holgado del que se tenga registro. Nunca un endeudamiento así y nunca tan poca inversión pública; jamás una violencia así, con impunidad total y aparatos de justicia abandonados. Estos seis años dejaron al padresismo como niños de pecho. Ansiosos por confeccionar una opereta simuladora con el sistema anticorrupción, terminaron siendo el hazmerreír de la ciudadanía (y de los pillos). Lapidario resulta que las frases arriba transcritas fueron proféticas, pues lo que señalaron como algo del pasado, fue superado en el presente.

Al buen entendedor, pocas palabras… basta leer esas líneas y contrastarlas con lo que vino después. ¡Vaya que el Gobierno entrante tiene un monumental reto frente a sí! Confío -como los sonorenses que aún guardan algo de esperanza- en que el capital humano disponible será cuidadosamente aprovechado, según sus capacidades y talentos específicos. No será difícil superar a los que se van, pero eso no basta.

El autor es presidente fundador de Creamos México A.C. y especialista en políticas públicas por la Universidad de Harvard.

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